Qué ver en Praga - El Viajero Fisgón

Que ver y hacer en tu viaje a Praga

Barrio del Castillo. Una obra maestra compuesta por palacios, hacen de este castillo el más grande del mundo. En esta zona no te pierdas la imponente Catedral de San Vito y el Antiguo Palacio Real. Además, hay unas vistas imponentes de la ciudad.
Stare Mesto. La Ciudad Vieja es un auténtico museo al aire libre. No te pierdas la Plaza, la Iglesia Nuestra Señora de Týn, el Ayuntamiento, la Torre de la Pólvora y, por supuesto, el Reloj Astronómico.
Puente de Carlos. En la Ciudad Vieja podrás ver este impresionante puente que cruza sobre el río Moldava. Encontrarás más de 30 estatuas a lo largo de sus 500 metros pero párate en la de San Juan Nepomuceno, pon tu mano izquierda en su base y ¡pide un deseo!, dicen que se cumplen.
Plaza de San Wenceslao. La encontrarás en Nove Mesto (La Ciudad Nueva). Es bastante peculiar, pues tiene forma alargada, y en uno de sus extremos encontrarás el Museo Nacional de Praga.
Barrio Judío. Podrás ver las seis sinagogas que sobrevivieron a la II Guerra Mundial, entre ellas la Sinagoga Española, y el cementerio judío, que data de 1439 y en el que, a pesar de haber unas 12.000 lápidas, se estima que hay enterradas más de 100.000 personas.

Callejea por el Barrio del Castillo y llegarás al Callejón del Oro, antigua calle ocupada por orfebres, con casitas de colores muy pintorescas. Fíjate bien en las casas y encontrarás en la que vivió Kafka, orgullo nacional de los checos.
A cada hora en punto podrás ver en acción el reloj medieval más famoso del mundo. Cuenta la leyenda que dejaron ciego al relojero que lo hizo para que no pudiera repetirlo. Puedes subir a la Torre del Reloj, hay unas vistas estupendas de la plaza.
Si el Puente de Carlos es bonito de día, no puedes perdértelo al anochecer. El barrio del Castillo en lo alto iluminándose mientras el sol cae es impresionante.
En la Plaza de San Wenceslao, durante los meses de otoño-invierno, suele haber puestecitos con artesanía y souvenirs. Además, encontrarás otros con salchichas típicas checas que tienes que probar.
No puedes irte de Praga sin probar su vino caliente y sus rollitos de canela (con nombre impronunciable: Trdlo) y sin ir a la cervecería Ufleku, donde fabrican su propia cerveza negra desde 1499.
Sube a la Torre Žižkov (o Torre de las Telecomunicaciones) para ver una panorámica de toda la ciudad. Merece la pena hacerlo casi al anochecer para observar cómo se van encendiendo las luces. Imposible no fijarse en las esculturas de bebés gigantes que gatean sobre ella.