Ámsterdam

1. Rijksmuseum. Uno de los grandes templos artísticos de Europa, es el hogar de alguna de las obras maestras de Rembrandt y Vermeer, entre la impresionante colección de arte e historia de los Países Bajos. A destacar la brillante remodelación llevada a cabo por los arquitectos sevillanos Cruz & Ortiz sobre el edificio neogótico levantado en 1876 por Cuypers.

2. La Casa de Ana Frank. Una visita impactante a la residencia de la familia Frank durante la Segunda Guerra Mundial, con el «Diario de Ana Frank» como joya del museo y el rincón en donde la niña lo escribió como testigo mudo de sus vivencias.

3. Museo Van Gogh. El perfecto santuario para conocer un poco mejor al genial y torturado pintor neerlandés. Sus mejores obras, su colección personal de grabados japoneses y un buen puñado de obras firmadas por otros emblemas del arte del siglo XIX.

4. Palacio Real. Exponente de la arquitectura clásica durante el esplendor de la ciudad en el siglo XVII, el Koninklijk Paleis conserva una belleza austera que en realidad es una buena excusa, junto con la Nieuwe Kerk o Iglesia Nueva, para acercarse a la Plaza Dam y empaparse de su ambiente mutiétnico.

5. NEMO. Uno de los grandes hitos de la nueva arquitectura de la ciudad es también un divertido lugar interactivo para grandes y pequeños. El Museo de Ciencia y Tecnología, junto al gran canal y en un túnel subacuático, es obra de Renzo Piano y asemeja la quilla de un barco a medio sumergir. No perderse las vistas desde su azotea.

6. Hortus Botanicus. A sus 377 años, es uno de los jardines botánicos más antiguos del mundo. Todo un oasis urbano con unas 4.000 especies de plantas de todos los rincones del planeta habidos y por haber.