Los dulces de Navidad más típicos en España

Es lo que tiene. La Navidad se consume en clave dulce. Una tradición arraigada a lo largo de los siglos nos lega una repostería amplia y diversa, reflejo de los gustos de los pueblos de España. En los hogares, las bandejas que se presentan a los postres nos inspiran para ordenar nuestros dulces más típicos. Un ranking sólo apto para golosos.

1. Turrón

Blanco o duro, Jijona o Alicante. Tal es el dilema de la bandeja de postres navideños. La cultura árabe nos legó para siempre una variedad infinita de tabletas de masa dulce producto de la mezcla de miel y almendras. Para terminar de dejarse los piños, tenemos el guirlache: el turrón caramelizado aragonés.

Turrón y café. PincasPhoto, Foter

2. Roscón de Reyes

Pues sí, vamos a decirlo, se trata del dulce rey de la Navidad. Lo malo es que a muchos se le hace larga la espera hasta poder hincarle el diente a este pan dulce adornado con fruta escarchada y que puede rellenarse de chocolate, trufa, nata… O dejarse seco. Ya que seguimos hablando de dientes, la dichosa sorpresa escondida en la masa puede causar algún disgusto.

Roscón. Silverman68, Foter

3. Mazapán

Cerramos el círculo más typical spanish. De nuevo un bocado probablemente árabe compuesto por almendras y azúcar. Mucha. En Toledo saben cómo hacer las figuritas mejor que en ningún sitio y por ello se las zampan todo el año.

Mazapán del Obrador Santo Tomé. JuanJaén, Foter

4. Polvorones

Una suerte de mantecado reducido a migas de polvo en cuanto se mastica. De ahí lo de polvo… Los mejores, claro, los de Estepa, en Sevilla, o los de Tordesillas. Que no se os haga bola. ¡¡¡Fun, fun, fun!!!

Polvorones. Gonmi, Foter

5. Panetone

Qué bien hicimos importando la tradición del panettone italiano, ese bollo esponjoso que se trapiña sobre todo en Fin de Año o en Reyes. Sin embargo, esta especie de brioche con pasas y frutas confitadas pudo haber nacido en una Nochebuena en la corte milanesa de Ludovico Il Moro allá por el siglo XVI. Bah, menos leyendas y más panetone.

Panetone. Sarah, Flickr

6. Hojaldrinas

Nos salimos un poco de lo más habitual. Bueno, no tanto, no es tan raro encontrar en las casas, sobre todo andaluzas, un buen surtido de estos hojaldres de harina, grasa de cerdo, zumo de naranja, vino y, por supuesto, azúcar.

Hojaldrinas de naranja y aceite de oliva. Hojiblanca

7. Roscos de vino

La rosquilla más navideña. El chute consiste en una mezcla de harina, aceite de oliva, ralladura de limón, ajonjolí, aguardiente, vino y más azúcar. De remate, un poco de azúcar glass por encima. Casi nada.

Roscos de vino en una pastelería de Madrid. Tamorlan, Wikipedia

8. Pestiños

Aunque también son propios de la Semana Santa, estos dulces de honda tradición repostera adquieren esa curiosa forma al freír en aceite de oliva la masa de harina doblada por dos de sus extremos opuestos. El pestiño resultante se baña también en miel.

Pestiños. Tamorlan, Wikipedia

9. Alfajores

También extendido a Sudamérica, este dulce variante del turrón o el mazapán por su pasta de almendras, nueces y miel es otra delicatesen heredada de la repostería de Al-Ándalus. Así que malo no puede estar. Luego ya cada uno tiene sus favoritos: los de Medina-Sidonia, los de Valverde del Camino, los murcianos, los gomeros…

Alfajores. Kim Love, Foter

10. Tronco de Navidad

Este pecado se lo debemos a Francia y en Baleares lo tienen muy asumido. Un bizcocho relleno de crema pastelera y recubierto de chocolate que simula ser leña para la chimenea navideña. Precioso, pero al final acaba en el buche. Como debe ser.

Tronco de Navidad o Buchê de Nöel. Tamara Barragán, Foter