El mundo del chapuzón urbano tiende a concentrarse cada vez más en piscinas de rooftop, terrazas chill out y de hotel de diseño. Pero el pueblo necesita refrescar sus humos en verano y ahí están las piscinas públicas para rescatarlo del caloret. Barcelona tiene sus supervivientes, apenas unas 15 piletas de titularidad pública, pocas y no precisamente tiradas de precio. Aunque tengas muy cerquita la playa en Barcelona, no está mal hacer algo diferente este verano, un poquito de «piscineo» no te vendrá mal. Eso sí, las piscinas públicas de Barcelona son totalmente distintas a las piscinas de Madrid. Las siguientes son nuestras favoritas.
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La (Bernat) Picornell es la piscina de Barcelona 92, la que enseñaba la Sagrada Familia al fondo mientras los saltadores hacían piruetas en la competición de trampolín. En Poble Sec, esta plataforma diáfana con graderío no es de las piscinas más caras de la ciudad. Podrás bañarte desde junio hasta septiembre en un entorno natural y histórico, vale la pena aunque sólo sea por sus magníficas vistas a la ciudad.
En plena Barcelona, en un lugar emblemático para catalanes y visitantes se encuentra el Centro Deportivo Municipal del Parque de la Ciutadella. La piscina está abierta al público desde mayo hasta septiembre. Al contrario que la anterior, esta piscina es sensiblemente más cara y eso que es también sensiblemente más pequeña, pero muy chic. Una minimalista lámina de agua clorada sirve para unos cuantos largos pero lo más agradable es coger sitio en el solárium enmaderado del complejo deportivo.
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La piscina más grande de Barcelona, no te la acabas en un día, es la instalación estrella de este polideportivo de Nou Barris. Podrás sentir y disfrutar del verano sin agobio, al ser tan amplia, no está masificado. El complejo está formado por una pista de atletismo, sala de musculación y pabellón cubierto, pero en verano la piscina ejerce de oasis con sus palmeras y su césped cuidado.
Toda una curiosidad urbana en pleno ensanche –por algo se la conoce como la playa del Eixample- que sólo puede darse en una ciudad como Barcelona. Se trata de un patio interior ajardinado en plena Barcelona. Bajo la torre de agua proyectada en 1862 por el arquitecto Josep Oriol Mestres, una alberca hace las delicias de la chavalería del barrio. La rehabilitación de este espacio significó un importante giro en las políticas de espacio público en la ciudad.
Conocida en la ciudad condal como la playa sin arena, tampoco se trata de una piscina pública al uso. Junto a la placa fotovoltaica y con el telón de fondo del recinto ferial. Es que el formato de esta zona acuática del Fòrum consiste en ganar espacio al mar para acotarlo mediante el uso del cemento. De la superficie industrial desnuda al baño en agua salada. La piscina de agua salada a mar abierto, con una zona de baño delimitada, un total de 375 metros de longitud y 30 metros de anchura. Accede al agua desde una zona pavimentada o mediante las escaleras, ¡sin tener que pisar la arena! Otra forma de vivir la experiencia del mar en Barcelona.
Otra opción alejada del centro de Barcelona, pero resulta un poco más carilla pero es que las piscinas descubiertas bajo pérgola de este centro deportivo de la zona de Sarrià, en Collserola, no tienen desperdicio. Uno de los centros más grandes de la ciudad con más de 31000 metros cuadrados. La agradable zona de césped afeitada donde se puede descansar a la sombra de un pinar y hacer un picnic, disipa las dudas del viaje.
Otra de las piscinas estrella de Barcelona, que no podrás perderte este verano. Encontramos el Bac de Roda, entre el completo catálogo de instalaciones de este complejo deportivo, sobresalen una pileta cuadrada y una más pequeña que disfrutan además de solárium con múltiples hamacas. Está pensado para tu bienestar y se caracteriza por la amplitud de espacios, equipamientos de generación y la luz natural presente en todo el edificio. ¡Anímate a darte un buen chapuzón!
Pero ninguna piscina es tan distinta como ésta. Una buena alternativa refrescante y a buen precio para pasar un gran día de verano. Una vieja cantera fue el marco utilizado en 1987 por Josep Martorell y David Mackay para el diseño de su parque con lago en el distrito de Gracia. De fondo, la pesada pieza granítica de Eduardo Chillida suspendida en el aire, la escultura llamada Elogio al Agua. En verano, los vecinos se bañan en el lago, que se encuentra dividido en dos por una isleta de palmeras. Tiene poca profundidad, lo que permite bañarse con lo más pequeños de la familia. La instalación dispone de duchas, hamacas, sombrillas, etc. ¡Menudo lujazo!
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2 Comentarios
Comentario de JOSE BISBAL
Publicado el 20 de julio de 2019
DE LO MEJOR DE BARCELONA
Comentario de Margarita
Publicado el 14 de agosto de 2021
Donde puedo compre las entreda