Unos van y otros vienen. Cuando parece que el verano ha tocado a su fin, los días de sol y playa han concluido y se acabaron las siestas, llegará quien venga a ponerte los dientes largos y te anuncie ¡que se va de vacaciones! Una situación cada vez más frecuente porque son muchas las ventajas de tener vacaciones en septiembre.
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Los meses de julio y agosto son sinónimo, en gran parte de España, de ola de calor que, en muchas ocasiones, se vuelve insoportable. Una de las ventajas de tomarse las vacaciones en septiembre es que te saltarás este inconveniente y además, podrás dormir muchos más placenteramente por las noches. Y si buscas destino de sol y playa, tranquilo, no se han ido y puede seguir disfrutando de tirarte en la arena.
No solo en la playa, también en los museos, restaurantes, comercios, etc. Lo cierto es que una de las ventajas de disfrutar de las vacaciones en septiembre es que habrá mucha menos gente haya donde vayas. Llegarás a la playa y ‘serás el rey’. No tendrás que darte codazos con nadie por las primeras filas y no tendrás niños tirándote arena porque habrán empezado al colegio.
No solo hay menos gente en los lugares más típicos para visitar en vacaciones sino que, además, encontrarás mejores precios. Aunque la temporada alta no ha acabado, los establecimientos y compañías bajan sus precios para unas fechas en las que la afluencia baja considerablemente. No lo dudes, nuestro bolsillo agradecerá tener las vacaciones en septiembre.
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Si eres de los que tiene vacaciones en julio o agosto habrás tenido que planificar tu viaje con suficiente antelación para tener plazas. En cambio, una de las ventajas de tener vacaciones en septiembre es que multitud de destinos tienen disponibilidad hasta el último momento permitiéndote improvisar según ‘lo que te pida el cuerpo’.
No sabemos si estás en este grupo pero son muchos los que aprovechan las vacaciones para aprender o practicar sus deportes favoritos. Seguro que alguna vez has montado en piragua haciendo, por ejemplo, el descenso del Sella en Asturias, o una ruta de senderismo, o tus pinitos sobre una tabla de surf, y así hasta una larga lista. Sin duda, una de las ventajas de tener las vacaciones en septiembre es poder hacer esto mismo sin las saturaciones de gente y sin sufrir las incómodas altas temperaturas.
Una ventaja doble de tener vacaciones en septiembre es que te gusta irte a algún destino para desconectar de la rutina y, como hemos señalado en los puntos anteriores, parece que casi todo son ventajas. Pero, además, si eres una enamorado de tu cuidad, ¿por qué irte en julio y agosto si es cuando más se disfruta gracias a su programación de fiestas? Y no hablemos, si vives en una gran urbe, de lo bien que se circula sin tráfico. ¡Quédate y diviértete que para las vacaciones hay tiempo!
Todos los puntos anteriores hacen referencia a las ventajas de irte de vacaciones en septiembre pero no es menos importante lo bien que se trabaja en el mes de agosto si eres uno de esos que le toca pasar el verano en la oficina. En un primer momento se hace duro ver como tus compañeros se van de viaje pero, ¿y la satisfacción de hacerlo tu cuando ellos empiezan a sufrir el síndrome post-vacacional?
Última modificación 2 de agosto de 2017
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