Las 5 grandes mentiras de algunos monumentos de París

Como muchas capitales europeas, París está llena de leyendas e historias nebulosas que envuelven algunos de sus monumentos más conocidos. Estas son las principales mentiras sobre la llamada ciudad del amor.

1. Belphégor, el guardián del Louvre

Reza la leyenda que el Museo del Louvre cuenta con un vigilante muy peculiar que cuidaría de sus obras. Es el terrible Belphégor. Para algunos es un misterioso fantasma, para otros es una momia con poderes malignos que recorre por la noche los corredores de este famoso museo. Dicen que su aparición siembra el pánico entre los empleados del Louvre. Es una de las grandes mentiras sobre los monumentos de París, que ganó cierta popularidad gracias a una serie televisiva estrenada en Francia en 1965.

El guardián del Louvre (Pixabay)

2. Las gárgolas de Notre Dame

Es una de las catedrales góticas más antiguas del mundo, construida entre 1163 y 1245. Su gran atractivo son las gárgolas de piedra, que representan unos seres mitológicos, fruto de la fusión entre hombres, animales y monstruos. Reza la leyenda son demonios petrificados que intentaron huir de la iglesia. También existe la creencia de que eran unos peculiares espantapájaros, encargados de alejar a los malos espíritus. Estas gárgolas también tienen una relación con la leyenda de Juana de Arco. Cuentan que la noche en que la quemaron en la hoguera, las gárgolas despertaron de su sueño para vengar la muerte de una inocente. Al día siguiente, cientos de cadáveres aparecieron en las calles de París. Es otra de las grandes mentiras sobre los monumentos de París.

Las gárgolas de Notre Dame (Pixabay)

3. El fantasma de la ópera

El libro ‘El Fantasma de la Ópera’, escrito por Gastón Leroux y publicado en 1910, estaría basado en hechos reales. A finales del siglo XIX, murió un maquinista y su alma comenzó a vagar por el edificio. Posteriormente, en 1907, los trabajadores de la Ópera descubrieron un cadáver enterrado en el sótano, lo que reavivó los rumores sobre un fantasma errante. Es más una mentira sobre otro de los monumentos más conocidos de París.

El fantasma de la ópera (Pixabay)

4. Las catacumbas

Este extraño lugar dio cobijo a millares de cadáveres cuando los cementerios de la ciudad se quedaron saturados. Concretamente en 1785 surgió la idea de trasladar a este sitio los huesos del cementerio de Les Halles. El objetivo era evitar una infección masiva en el centro de la ciudad causada por el exceso de cadáveres. Hoy estas catacumbas están repletas de calaveras alineadas en hileras y montículos. Cuenta la leyenda que el espectro de una dama vestida de blanco a veces hace su aparición para los turistas despistados que se separan del grupo. Lo peor es que, después de este encuentro, a estas personas solo les queda un año de vida. Es claramente una mentira sobre este monumento de París.

Las catacumbas (Pixabay)

5. Los candados del amor

Durante muchos años el Puente de las Artes, que conecta el Museo del Louvre con la Academia Francesa, tenía fama de fortalecer el amor de las parejas que colocasen un candado en sus rejas. Se trata de una mentira que, encima, acabó damnificando la estructura del puente, debido al peso de todos los candados acumulados a lo largo del tiempo. El pasado mes de mayo el ayuntamiento de París ha organizado una subasta benéfica con el fin de ayudar a los refugiados y, al mismo tiempo, resolver el problema de los candados, que ponían en riesgo el puente más célebre de París. Gracias a la subasta se han recaudado 250.000 euros.

Los candados del amor (Pixabay)