Aunque pueda parecer extraño, las sensaciones de aquella primera vez son irrepetibles e inolvidable. Y no, no hablamos de sexo, sino de escalada. Los primeros pasos en el mundo de vertical, ese primer día en el que te atas a una cuerda y realizas el inútil (pero insuperable) ejercicio de subir por una pared, jamás se olvida. Sobre todo si el lugar y el entorno escogido van acordes con la ocasión. Te presentamos 10 zonas perfectas para iniciarte en el apasionante mundo de la escalada. Eso sí, tres recomendaciones previas: mucha prudencia, realizar un curso homologado de iniciación y, en la medida de lo posible, federarse.
Publicidad
1. Quirós (Asturias)
La ruta comienza en Asturias, tierra de escaladores, y en una de sus mejores escuelas o zonas de escalada: Quirós. Por cantidad y calidad, y con sus diferentes sectores encaramados en plena Cordillera Cantábrica, esta zona es ideal para dar nuestros primeros pasos, realizar nuestro primer viaje de escalada o, sencillamente, disfrutar del entorno circundante. Es verde y fabuloso. Además, en El Llano, hay refugio de escaladores para pernoctar.
Publicidad
2. Eguino (Álava)
En esta escuela alavesa se lleva escalando toda la vida y algunos de los padres de la escalada deportiva en España comenzaron aquí. Eguino ofrece un porrón de vías fáciles para principiantes, buenos equipamientos y una bonita ubicación, en medio de un bosque precioso. Unas de las muchas joyas de la Montaña Alavesa, a pesar el paso del tiempo.
3. Morata de Jalón (Zaragoza)
Para los que ya dominan el quinto grado, Morata de Jalón, en la provincia de Zaragoza, despliega un interesante paraíso roquero: más de 500 vías de grado fácil para elegir, sobre todo de 6a y 6b, el siguiente paso para los ya iniciados. Y como no solo de roca vive el hombre, cómodos pies de vía para ir en familia y aproximaciones sencillas desde el coche a las paredes redondean el plan.
4. Montserrat (Barcelona)
El conglomerado de Mostserrat es de visita obligada para primerizos y expertos, sin excepción alguna. Sobre todo porque se trata de una de las formaciones rocosas que se pueden palpar en nuestra geografía y aquí, además, en líneas de calidad excepcional, altura muy variable (desde uno a varios largos) y con dificultades para todos los públicos. Está muy cerca de Barcelona, por cierto. Imprescindible.
5. Montanejos (Castellón)
La escuela de Montanejos vio nacer la escalada deportiva en nuestro país, en aquellos duros años ochenta. Paso habitual de los grandes escaladores de la época, cuenta con sectores y vías míticas en el Estrecho de Mijares o el Barranco de la Maimona. Por ejemplo, la completa pared de iniciación, donde incluso se pueden practicar a enlazar dos o más largos; tiene altura y buenos anclajes y reuniones para ello. Además, después de escalar queda un relajante e idílico chapuzón en la Fuente de los Baños. No dejéis de pasaros por El Refugio de escaladores, toda un institución.
6. Sella (Alicante)
Si los inicios te pillan en invierno, merece la pena conducir hasta las cálidas paredes de Sella. Ante ellas el frío se disipa y la oferta de roca es excelente. El 80 por cierto de las rutas son de dificultad baja o media, por lo que variedad (y calidad) no faltan. Ubicada en las estribaciones de la sierra de Aitana, el paisaje redondea la experiencia. Un clásico imprescinbible del Levante.
7. La Pedriza (Madrid)
Los tumbaos del Cancho de los Brezos han sido testigos de los primeros pasos (verticales) de muchos y buenos escaladores madrileños. Aunque otros prefieran caminar -no es una escalada sencilla- y contemplar las enrevesadas formas de los riscos de La Pedriza, este parque es un referente europeo de la escalada en adherencia sobre lisas placas de granito. Todo gesto, sutileza, equilibrio y fe, mucha fe. Eso sí, requiere madrugar los fines de semana: el parking interior que da acceso a muchos sectores solo admite 500 coches y la demanda es alta. ¡Suerte y despertador!
8. Valeria (Cuenca)
A un par de horas en coche desde de Madrid, esta zona conquense acoge a muchos escaladores de la capital, especialmente en fin de semana. Apartada de las exigentes vías de la zona de Cuenca, la Hoz del río Gritos ofrece, a pesar de su nombre, rincones sosegados y soleados donde abundan las vías de poca dificultad. Un buen destino, además, para empezar a escalar de primero, es decir, sin la seguridad de tener cuerda por encima…-hay que atreverse-, o para visitar un interesante y cercano yacimiento arqueológico: la ciudad romana de Valeria.
9. Alfacar (Granada)
Dentro de la amplia variedad de escuelas de escalada que ofrece la provincia de Granada, Alfacar es la más recomendable para quienes todavía están empezando en esto. Y por varios motivos: muchas vías fáciles, buenos farallones de roca caliza de calidad y un acceso rápido y sencillos desde la ciudad Granada hasta sus sectores. ¿Quién dijo que había que renunciar a las noches del Albaicín…?
10. San Bartolo (Cádiz)
Cerramos la ruta en la escuela reina de Cádiz, con las playas de Tarifa a un paso de la roca. Pero antes de dejarnos llevar por el embrujo del Estrecho y otros pasatiempos locales, hay que disfrutar subirse por los peculiares muros-mosaico de San Bartolo, verdaderamente singulares.
Regístrate y recibe nuestra newsletter
ÚNETE AHORA ÚNETE AHORALa función MIS FAVORITOS sólo está disponible para usuarios registrados. Accede a tu usuario o crea tu cuenta gratuita.
acceder área privada
0 Comentarios