Como salidos de una postal, los destinos rurales que os proponemos a continuación podrían ser el escenario perfecto de cualquier cuento de hadas. Tan espectaculares como reales, estos pequeños rincones del mundo son el lugar perfecto para perderse y disfrutar de la más absoluta tranquilidad.
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Este es uno de los destinos rurales que desprende encanto en cada una de sus esquinas. Desde su impresionante puente romántico fortificado, hasta su histórica Plaza Mayor, pasando por el barrio de la judería, todo en él llama la atención. Sin duda, uno de los pueblos medievales más bonitos de España.
Aunque son muchos los destinos rurales con encanto en Bretaña, Josselin nos ha robado el corazón. Se trata de un pueblo de reducidas dimensiones construido en el siglo XI a orillas del río. Sus estrechas calles, sus antiguos pero bien conservados edificios, y su espectacular castillo, no te dejarán indiferente.
Tiene solo 100 habitantes y es uno de los pueblos con más encanto de Noruega. Tal vez sea por la alfombra verde que lo rodea, o tal vez por su peculiar ubicación junto al agua, pero sin duda, éste es el lugar perfecto para hacer una escapada si te gusta la naturaleza.
Situado en los Alpes Julianos, Bled es una auténtica maravilla. Sus estrechas calles, sus casas y fundamentalmente su espectacular lago en cuyo centro se encuentra una iglesia a la que se puede llegar en bote, atraen cada año a cientos de turistas. Desde el pueblo disfrutarás de unas vistas únicas de las montañas de Eslovenia.
Asturias tiene muchos lugares preciosos y destinos rurales, pero si tuviésemos que elegir tan solo uno, nos quedaríamos con Cudillero, un pueblo marinero en el que sus casas de colores se extienden escalonadamente por una ladera ofreciendo un paisaje único. Un lugar más que recomendable para hacer una escapada.
Conocida como la Venecia del Norte, ésta pequeña ciudad holandesa situada en la provincia de Overijssel, es un auténtico paraíso en el que perderse y desconectar por completo. De hecho, no solo te atraerá de ella su impresionante y peculiar belleza, sino la ausencia de ruidos, de tráfico y de coches pues en este lugar, no están permitidos.
Muchos lo consideran el pueblo más bonito del país, y no seremos nosotros los que les contradigamos. Castle Combe tiene unas dimensiones tan pequeñas que en aproximadamente media hora es posible recorrerlo entero sin embargo, estamos seguros de que su encanto no te dejará indiferente.
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Protegido por murallas, este pequeño pueblo de Segovia alberga en su interior palacios y casas señoriales construidas entre los siglos VIII y XV. Sus calles te enamorarán, pero lo harán más aún su castillo y su iglesia, las dos principales atracciones del pueblo.
Si tienes la oportunidad, no te pierdas los Conciertos de las Velas que se celebran aquí cada mes de julio, un auténtico espectáculo en el que podrás escuchar música clásica mientras disfrutas de Pedraza de una forma diferente, iluminado tan solo por velas. ¡Espectacular!
Freudenberg es uno de los pueblos medievales más peculiares de Alemania. Su calles adoquinadas, sus casitas de madera y los restos de lo que algún día fue un gran castillo, te trasladarán a una época de príncipes y princesas de la que no querrás salir.
Mortsund es uno de los enclaves noruegos con más encanto, un pequeño pueblo de pescadores rodeado de los paisajes más espectaculares que puedas imaginar. En este lugar no existe el negro, pues el pantone entero se abre paso por sus calles, sus casas y sus balcones derrochando vida y felicidad. Un pequeño oasis de color que no puedes perderte.
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