Cientos de kilómetros, decenas de ramales y un camino con doce siglos de historia dan para mucho. En El Viajero Fisgón hemos querido reunir las 10 curiosidades, algunas de ellas basadas en leyendas, que se dicen y se cuentan en torno al Camino de Santiago.
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Algunos estudios afirman que se trata de un juego iniciático diseñado por los gremios de constructores medievales que representa el recorrido del Camino de Santiago. Los puentes se consideran símbolos de transición, de cambio, y la iconografía encaja con algunos de los puentes que encontramos en la ruta jacobea. Además la oca siempre fue un animal asociado a lo misterioso, y cada oca representaría un punto importante para superar la etapa y conseguir tu objetivo o desarrollo personal a través de la experiencia del Camino.
Hasta tres veces se dice que el gigantesco incensario que cuelga del techo de la Catedral de Santiago se soltó de la gran cadena que lo sujeta. Eso sí, sin causar víctimas mortales. La función del primer botafumeiro que se instaló, en torno al siglo XIV fue disimular el hedor que desprendían los peregrinos tras las largas jornadas de marcha. Algunos aseguran además que el inciendo que desprende tiene propiedades terapéuticas para aquellas personas que sufren algún tipo de enfermedad respiratoria.
Cerca de Santiago de Compostela es posible vivir una de las experiencias que más disfrutan algunos peregrinos: la posibilidad de divisar las torres de la catedral desde el Monte del Gozo. El nombre responde a ese momento gozoso y reconfortante, aunque también a ese alto se le conoce como ‘Monxoy’ en referencia a la expresión de algunos peregrinos franceses que, al alcanzar la cima, gritaban ‘Mon joie’ (mi felicidad o mi gozo).
Sobre este tema hay muchas versiones pero la más curiosa es que la leyenda de la boda del hijo del Conde de la zona de Bouzas (Pontevedra) quien, para llamar la atención de la novia se metió en la playa con su caballo con la intención de cabalgar por el agua. De repente una gran ola les arrastró al interior. Pero el caballero invocó al cielo y el milagro llegó como una extraña fuerza que lo arrastró y lo salvó llevándole hacia la orilla. Al salir todas sus ropas estaban llenas de conchas de vieira. Por esas fechas llegó al entonces Camposanco/Campoestela (Santiago de Compostela) un barco con los supuestos restos del Apóstol Santiago traídos desde Palestina. Y como gracia por haberse salvado de la muerte el hijo del Conde peregrinó a Santiago con una concha de vieira.
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Otra leyenda cuenta que un peregrino que se encontraba exhausto en el Alto del Perdón, a pocos kilómetros de Pamplona, se vio tentado por el diablo que le ofreció agua de una fuente oculta si renegaba a Dios, la Virgen o Santiago. Tras negarse a la tentación del demonio y a punto de perecer, se le apareció el apóstol Santiago vestido de peregrino quien le llevó a la escondida Fuente Reniega y le da de beber con su viera.
En la década de los ochenta el Padre Elías Valiña, sacerdote de la parroquia lucense de O Cebreiro, comenzó a señalizar el Camino de Santiago, marcando tramo a ramo con flechas amarillas la ruta desde los Pirineos a Santiago. Años después publicaría la que se considera la delimitación más segura de los tramos originales de la ruta jacobea.
La talla del profeta Daniel, ubicada en el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago muestra una sonrisa y mirada pícara que dirige hacia la escultura de una mujer de pechos voluptuosos (unos dicen que es la reina de Saba y otros que es Esther). Dice la leyenda que en su día las autoridades eclesiásticas, escandalizadas por el tamaño de los pechos ordenaron reducir su tamaño. Algo que tuvo como reacción del pueblo gallego dar a algunos de sus quesos la forma de tetilla que tienen en la actualidad, con la idea de restituir de alguna manera a la escultura femenina sus perdidos atributos.
Una de las leyendas del Camino de Santiago es la del milagro del gallo y la gallina. Cuentan que a Santo Domingo de la Calzada llegó un matrimonio alemán con su hijo Hugonell, de 18 años. La chica del mesón donde se hospedaron se enamoró del muchacho pero como éste la rechazó decidió vengarse colocando entre sus pertenencias una copa de plata antes de que la familia siguiera su camino. La joven denunció el robo y como las leyes de entonces castigaban con pena de muerte este hecho, el joven fue ahoracado tras ser prendido. Pero cuando los padres regresaron de Santiago encontraron a su hijo vivo aún en la horca. Y cuando fueron a casa del Corregidor a contarle el prodigio, éste contestó incrédulo que su hijo estaba tan vivo como el gallo y la gallina que él se disponía a a comer. En ese momento, el gallo y la gallina se cubrieron de plumas y saltaron del plato. En recuerdo de este suceso, se mantienen un gallo y una gallina vivos en un gallinero en el interior de la catedral, se cambian cada mes y es frecuente oír cantar al gallo.
El traje de peregrino sirvió para ocultar a mucho zángano. Para evitar la picaresca que infestaba los caminos, Felipe II llegó a prohibir que los españoles portaran este hábito, de modo que sólo se permitió desde 1590 a los que venían de más allá de los Pirineos. El peregrino solía ser una víctima apetecible de timadores y rufianes. Los posaderos añadían agua al vino, daban cambio con moneda falsa o servían pescados y carnes en mal estado. Consta que en torno a 1133 las autoridades de Compostela amonestaron a los comerciantes tras comprobar que cobraban más al peregrino que al residente.
Santiago de Compostela es un centro mundial de peregrinación, pero también tiene su ‘Jubileo Pagano’. Muchos jóvenes anticlericales denominan como jubileo pagano al momento de apagar un cigarrillo en el trasero de uno de los ángeles de los capiteles en los soportales de La Casa de Varela.
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1 Comentarios
Comentario de La tata fatema
Publicado el 21 de noviembre de 2018
Hola buenos dias desde clase de catalán