Se conoce como búnker aquella construcción destinada a proteger a un número determinado de personas de algún desastre bélico o alguna crisis de Estado. En España hay varios repartidos por toda la geografía. Vamos a repasarlos para que conozcas de su existencia, aunque hay algunos que están en uso y que por tanto será difícil que puedas visitar aunque lo importante como decimos es que los conozcas.
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Sí, la residencia del presidente del Gobierno tiene en su subsuelo un búnker de 7.500 metros cuadrados repartidos en tres pisos, con muros de tres metros de espesor, puertas falsas, armería, quirófano e, incluso, un cementerio. Está diseñado a prueba de bombas nucleares y ataques con armas químicas, y los frigoríficos cuentan con comida suficiente para que sus 200 moradores puedan sobrevivir a un asedio durante semanas.
El búnker más grande de España está junto a la base aérea militar de Torrejón de Ardoz, con 10.000 metros cuadrados. Tiene capacidad para 600 personas y está preparado para aguantar el impacto directo de una búnker buster de 2.000 kilos, una de las bombas más potentes.
Situado en este municipio de la Comunidad de Madrid, en la carretera M-510, se trata de una edificación muy similar a las de la I Guerra Mundial, en hormigón, aunque erigida en 1938 para el bando nacional de la Guerra Civil española. Es casi la única trinchera de este tipo tan peculiar que queda en pie.
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Sin duda uno de los parques más bonitos de Madrid es el del Capricho, situado no muy lejos del aeropuerto de Barajas. Conserva además un importante búnker, único en Europa por su estado actual de conservación, que alojó el Cuartel General del Ejército Republicano del Centro. El refugio (de 2.000 metros cuadrados, situado a 15 metros bajo tierra y capaz de resistir bombas de hasta 100 kilos) fue construido en el parque alrededor de 1937.
El búnker del Carmel es hoy uno de los miradores más privilegiados de Barcelona. Se construyó como defensa antiaérea pero con el tiempo se ha convertido en un lugar muy visitado por los turistas por las impresionantes vistas que se obtienen desde allí de la Ciudad Condal.
Resulta curioso encontrar un búnker de hormigón de la Guerra Civil española a los pies del Mediterráneo. Pero los hay. Uno de los mejor conservados, aunque su tamaño no es muy grande, se encuentra en la localidad alicantina de Altea.
Otro de los búnkeres de la Península que se encuentran en plena playa es el del municipio barcelonés de Santa Susanna. Este fuerte, construido el 6 de octubre de 1938 por las brigadas, es de hormigón armado y está situado sobre una base de piedra.
Todavía se estima que hay muchos búnkeres sin descubrir. De hecho, hace menos de dos años, en el transcurso de unas obras en Villa del Río (Córdoba) aparecía un refugio antiaéreo construido en el año 1938. Según los informes municipales, el estado de conservación es perfecto, tiene casi 18 metros de longitud y 1,75 metros de ancho, con tres entradas de acceso.
El municipio tinerfeño de Santa Úrsula (en la zona de Los Lirios) también tiene su propio búnker, el de La Quinta, que fue construido por Franco en 1941 de cara a un posible desembarco en la isla en el marco de la II Guerra Mundial, aunque oficialmente España se había declarado neutral años antes.
La celebérrima playa de Los Muertos, en el almeriense Cabo de Gata, acoge un búnker semienterrado y próximo a los acantilados que se puede visitar y que es uno de las decenas que aún hoy se mantienen en la provincia, una de las últimas en caer en manos del ejército nacional en Andalucía.
Última modificación 19 de abril de 2021
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