¿Y qué se te ha perdido a ti en Australia y Nueva Zelanda?

¿Estudiar y trabajar en Australia o Nueva Zelanda?

Seguramente nunca te lo habías planteado, hasta ahora.

Hace más o menos unos 25 años, las generaciones anteriores a la nuestra cogían un avión rumbo a Londres para aprender inglés. Por aquel entonces, casi nadie lo hacía, ya que irse al Reino Unido era algo súper cool que sólo estaba al alcance de los más atrevidos, modernos y pudientes. Pero los tiempos cambiaron. Londres se llenó de españoles y, como si de una estrella del pop se tratase, dejó de ser la novedad.

Entonces ocurrió que Europa se nos empezó a hacer pequeña, que nuestras ganas de viajar y conocer otros continentes se hicieron demasiado grandes y que el juego de palabras down under empezó a resonar con fuerza en la cabeza de unos cuantos.

Un nuevo “challenge” a 20.000 kilómetros de distancia

Y así fue cómo, un poco a lo loco, nos empezamos a plantear el estudiar y trabajar en Nueva Zelanda o Australia.

Al principio, cuando dabas la noticia a la gente de tu entorno, te miraban como un bicho raro, como preguntándote: ¿y qué se te ha perdido a ti en Australia y Nueva Zelanda? Sin ir más lejos, ni se sabía que idioma se hablaba por aquellos lares. Pero una cosa era cierta: los que iban, nunca volvían.

Durante unos años la exclusividad se mantuvo a raya. Hasta que empezaron a llegar noticias del otro lado, al parecer por allí se vivía muy bien: oportunidades de trabajo, altos salarios, tiempo libre, surf, paisajes de ensueño y en general, una calidad de vida que nadie era capaz de imaginarse.

¿Y por qué no estudiar y trabajar en Australia o Nueva Zelanda?

Hace ya más de un par de años que Australia y Nueva Zelanda se han consolidado como los nuevos destinos preferidos para pasar una temporada y aprender inglés.

Irse a la otra punta del mundo ya no es tanta locura como antes. Recorrerse Australia y Nueva Zelanda de cabo a rabo en furgoneta, bucear en la Gran Barrera de Coral, sobrevolar Queenstown en paracaídas o ver las auroras australes son experiencias que tú también puedes vivir.

Trabajar y estudiar en Australia o Nueva Zelanda unos meses –o incluso unos años– es mucho más fácil de lo que crees. Mejorar tu inglés en las antípodas mientras aprendes a surfear es ya una realidad. Está pasando y somos ya muchos los que lo podemos contar.

De perdidos a…. ¡Nueva Zelanda!

Aunque en realidad de perdidos nada, porque para vivir y trabajar en Nueva Zelanda, además de ganas, hay que tener la cabeza muy bien amueblada. Nueva Zelanda siempre ha sido el destino fetiche de muchos, tan lejana y exótica a la vez. No importa cuán experimentado viajero seas, Aotearoa, la tierra de la gran nube blanca no deja indiferente a nadie. Isla Norte e Isla Sur compiten entre ellas con paisajes de ensueño y naturaleza en estado puro. ¿Buscas una ciudad moderna y alternativa? Wellington o Auckland. ¿Prefieres emociones fuertes, deportes de aventura y subidones de adrenalina? No te lo pienses, Queenstown te espera.

Más allá de Sídney

Sí, mucho más allá, porque en un país casi tan grande como Europa, encontrarás ciudades y pueblos para todos los gustos. Aunque es muy probable que el nuevo santo grial de los viajeros se halle en un pequeño pueblo de la costa este australiana, llamado Byron Bay. Muchos lo describen como un pueblo mágico, con una vibra y energía única. Su estilo hippy y alternativo nos traslada a épocas pasadas, a esa cultura que nació en los años sesenta, que advocaba vivir la vida intensamente y en consonancia con la naturaleza. ¿Suena bien verdad? Pues aún hay más: sesiones de yoga al amanecer, surf en playas vírgenes con delfines saludándote, restaurantes vegetarianos y de comida orgánica y un lifestyle que en ocasiones puede rozar lo utópico.

Pero quizá lo tuyo sea más el rollo hípster y underground típico de las capitales europeas. Melbourne, la segunda ciudad más poblada de Australia después de Sídney, está a medio camino entre Barcelona, Londres y Berlín. La ciudad de la cultura y el arte en Australia ocupa siempre los primeros puestos en los rankings de las ciudades con mejor calidad de vida del mundo y es una excelentísima opción para vivir y trabajar en Australia durante una temporada.

¿Y después qué?

¿Volveremos a casa algún día? Seguramente. ¿Cuándo? Eso ya es más complicado de responder…

Por el momento aquí estamos, exprimiendo al máximo todo lo que estos alucinantes países nos están dando. Viviendo al día, aprendiendo, creciendo, haciendo amigos, explorando, surfeando y viajando. Disfrutando de cada momento tal cual viene, con una sonrisa permanente, que nos recuerda que las cosas más importantes de la vida no pesan ni ocupan espacio en nuestra mochila. Y es que son precisamente los recuerdos los que vendrán con nosotros hasta el final.

Que no te lo cuenten. Mejor, vívelo.

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