Todos hemos vivido la experiencia de pasar por delante de una obra y observar a un grupo de jubilados contemplando la evolución de la misma. Pero pocos o ninguno hemos transitados por una ciudad donde los ‘fisgones’ sean… gatos. ¡Bienvenidos a la isla de Aoshima (Japón) donde te prometemos que, todo lo que leerás a continuación, sucede en el día a día de este lugar.
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Empecemos con un dato estadísticos para que te hagas una idea de lo peculiar de esta isla: se han llegado a contabilizar hasta 120 gatos mientras que el censo de sus habitantes ha pasado de los 900 que poblaban la isla hace más de 50 años, a los 20 actuales. O lo que es lo mismo: ¡cada habitante toca a seis gatos!
Estas cifras esconden una explicación detrás. Una plaga de ratones llevó en su día a las autoridades a combatirla llevando decenas de gatos a la isla. Sus habitantes, por otro lado, la fueron abandonando en busca de oportunidades laborales dado que la actividad económica está básicamente centrada en la pesca aunque, bien es cierto que, a día de hoy, la práctica de ésta es básicamente por motivos de subsistencia dado que el 90% de sus habitantes están jubilados.
No obstante, desde que se empezó a ‘correr el rumor’ de la ‘peculiaridad gatuna’ de Aoshima, ésta ha visto como aumentaba considerablemente el número de turistas, suponemos que amantes de los gatos.
Eso sí, si tras leer esto lo has marcado como uno de los lugares a visitar en tus próximas vacaciones, ten en cuenta que la isla no cuenta con restaurantes ni hoteles ni comercios. Dicho de otra forma, un plan 100% mochilero próximo a las aventuras que se ven en algunos programas de televisión.
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