La compañía de low cost, Ryanair, se ha cansado de los pasajeros borrachos que últimamente alteran algunos de sus viajes. Es por eso que ha querido poner fin a este tipo de pasajeros y ha lanzado una campaña para evitar el consumo excesivo de alcohol a bordo de sus aviones. La aerolínea ha pedido a las autoridades aeroportuarias británicas que impongan medidas más restrictivas.
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Para conseguir sus objetivos pidió a los restaurantes y bares de los aeropuertos que prohíban la venta de alcohol antes de las diez de la mañana. También limitar el número de botellas a un máximo de dos por pasajero. Además, a los clientes que vuelan desde Glasgow Prestwick y Manchester a Alicante e Ibiza tendrán prohibido llevar alcohol de tiendas libres de impuestos a bordo del avión. En el caso de haberlo comprado en las tiendas se les pedirá que las pongan en las bodegas o dejen sus compras en el aeropuerto antes de embarcar.
Una campaña contra un problema que se refleja en datos extraídos por La Autoridad de la Aviación Civil bitánica (CAA) que informaba de un aumento de incidentes del 600% en el Reino Unido entre 2012 y 2016. La mayor parte de ellos por el consumo excesivo de bebidas alcohólicas. Para ser exactos, sólo en el último año 387 viajeros fueron detenidos en aeropuertos británicos por provocar problemas durante el vuelo.
Uno de los ejemplos más recientes es el que informábamos hace unas semanas que Ryanair echa de un vuelo a unas pasajeras que iban “borrachas”. La compañía aérea echó a un grupo de chicas inglesas que celebraba una despedida de soltera y el resto de viajeros tuvieron soportar todo el alboroto. Con las medidas que quiere poner en marcha la compañía, pretende acabar con espectáculos de este tipo.
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