Qué ver y hacer en Tallin, Estonia

Los países nórdicos siempre han sido una especie de fantasía para todos aquellos viajeros que viven, principalmente, en el sur de Europa, y buscan hacer un viaje que les aleje temporalmente de la rutina y el ambiente que les rodea cada día. A menudo se piensa en los países más grandes, pero lo cierto es que hay un sinfín de opciones en el norte del continente en el que entrar un clima, una sociedad y unas ciudades donde encontrar estas mismas características. Un ejemplo de ello es Estonia, el país más pequeño de los bálticos, que tiene un encanto particular, por lo que hoy hablaremos de qué ver y hacer en Tallin, Estonia.

Vanalinn

El casco antiguo de la capital de Estonia es uno de los lugares más bonitos que podrás visitar en Tallin si finalmente te decides por viajar allí. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, debido a su gran importancia de patrimonio arquitectónico e histórico, es una joya muy bien protegida por el país. Y en este mismo barrio podrás visitar la farmacia más antigua de Europa, datada de 1422.

Miradores de Toompea

Es bien sabido que Tallin es una ciudad extremadamente bonita de ver, algo que sucede también en los otros países bálticos, con un artículo en el que hablábamos de los pueblos más bonitos de Letonia, el país vecino. Para observar las mejores vistas posibles, muy cerca del casco antiguo encontrarás una colina con los miradores de Toompea. Si quieres observar el conjunto de edificios y casas de Tallin, el sitio ideal será Kohtuotsa, mientras que si prefieres contemplar el mar, entonces tu sitio es Patkuli, con unas vistas impresionantes al golfo de Finlandia.

Ciudad Creativa de Telliskivi

Esta pequeña ciudad dentro del distrito más industrial de Tallin es uno de los puntos más bonitos e interesantes de la capital de Estonia. Esta Ciudad Creativa es el punto más moderno y alternativo de la ciudad, albergando una gran cantidad de arte, gastronomía y cultura local, haciéndolo un espacio muy real. La cantidad de actividades y mercados que se realizan son abundantes, por lo que no sería nada extraño que durante tu visita te encuentres alguno de ellos.

Catedral de Alexander Nevsky

Se trata de una de las imágenes más famosas de Tallin y del país, uno de los monumentos más imponentes de la ciudad. Esta catedral ortodoxa, situada en lo alto de la colina donde se encuentra el mirador de Toompea, es un edificio realmente bonito, con unos colores que resaltan mucho y una cantidad de cúpulas que la hacen más sorprendente. Con más de 100 años de historia, puedes completar esta visita con un ‘tour’ dentro de la catedral, siendo un viaje perfecto si estás buscando destinos en los que viajar en invierno.

Torre de Televisión

Se trata del edificio más alto de Tallin, con 314 metros de altura, uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad, por su historia y uso en la actualidad. A pesar de su funcionalidad, en estos momentos se puede visitar con una de las plantas más altas acristaladas, equipada con una cafetería en la que poder tomarte algo, pasar la tarde y admirar las vistas a la capital.

El norte de Europa siempre va a ser una opción excelente si estás buscando una escapada con algo de frío y un contexto totalmente diferente. Estonia es uno de esos ejemplos, y más concreto Tallin, una ciudad tranquila pero con mucha vida y cosas para hacer.
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