La Sierra de Mijas, en la provincia de Málaga, representa uno de los pulmones verdes de la Costa del Sol gracias a la riqueza botánica, la fauna y las peculiaridades geológicas que atesora. Planear una escapada es algo que no te puedes perder. ¡Toma Nota!
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Cañadas, fuentes, cerros y puertos naturales, pero también ermitas, iglesias, cuevas, casas museo, miradores, restos de muralla, burro-taxis y hasta un jardín japonés: la tradicional localidad de Mijas y su entorno albergan un sinfín de lugares de interés y atractivos para el viajero que quiera adentrarse en la historia de esta mítica localidad de la Costa del Sol, y que podrás conocer recorriendo las diferentes rutas turísticas y de senderismo que rodean la localidad.
A una relativa corta distancia de la ciudad, el gran pulmón natural de la Sierra de Mijas ofrece auténticos balcones naturales y fantásticas panorámicas que en días claros permiten divisar incluso la costa africana. Las rutas, perfectas para practicar el senderismo para todos los públicos, tienen una duración aproximada de entre una y cinco horas y presentan diferentes niveles de dificultad (baja, media y alta), y están perfectamente señalizadas con paneles interactivos instalados a lo largo de los senderos que contienen información de carácter natural, cultural y etnológico.
Todas las rutas giran en torno a la Ermita del Calvario, situada en la falda de la sierra y a la que se accede a través de una densa zona arbolada, y se dividen en siete: Ruta Puerto Málaga, Ruta Cantera del Barrio, Ruta de la Cruz de la Misión, Ruta de la Cañada Gertrudis, Ruta de las Cañadas, Ruta de la Cañada Fuente de la Adelfa y Ruta Pico Mijas.
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Además de la práctica de senderismo, el casco antiguo de la ciudad, considerado uno de los pueblos blancos de Andalucía, también atesora una ruta turística que se puede recorrer a pie o en tradicional burro-taxi, y que invita a descubrir calles estrechas encaladas y balcones llenos de flores todo el año, como la calle de San Sebastián, una de las más pintorescas y fotografiadas de la Costa del Sol. Parada obligada es la Ermita de la Vírgen de la Peña, una ermita cueva excavada en la roca por un hermano carmelita entre 1656 y 1682, y la Iglesia Parroquial, también fechada en la segunda mitad del siglo XVI, y construida sobre la antigua mezquita de la que aprovechó su torre mudéjar, el Mirador del Compás, jardín japonés, levantado en 2013 con motivo del homenaje de la ciudad al turista japonés o el Mirador de la sierra desde donde se pueden divisar hasta Gibraltar y las costas de Marruecos en los días claros…
Porque, desde luego, viajar a Mijas y no disfrutar de cualquiera de las playas que jalonan sus trece kilómetros de litoral es algo imperdonable. Hay playas para todos los gustos: una de las más populares y animadas es la de La Cala, una playa urbana de arena oscura a la que adorna una Bandera Azul y, sobre todo, mucha animación nocturna.
La de El Chaparral, de más de cuatro kilómetros, es ideal para practicar windsurf, vela y submarinismo. Y si lo que quieres es disfrutar del mar con toda tranquilidad, tienes que poner rumbo a El Faro, en cuyas calitas de arena fina estarás a tus anchas.
¡Buen viaje!
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