La ciudad que nunca duerme es, también en Navidad, un destino de lo más apetecible. Piénsalo por un segundo: ¿Quién se resistiría a vivir una navidad en Nueva York?
Publicidad
Has acertado: ¡nadie!
Es un plan irresistible el vivir la temporada navideña en la ciudad de Nueva York, un momento mágico -más si cabe- en el día a día de la Gran Manzana. Sí, hace frío -probablemente, mucho frío-, no es extraño que nieve sin cesar, y las mareas de gente que suben y bajan por las avenidas de Manhattan son más compactas que de costumbre. Pero si siempre es un buen momento para viajar a Nueva York, la Navidad lo es aún más. Los cinco distritos de la ciudad -Manhattan es el más famoso, pero no deberías olvidarte de Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island-, se llenan de actividades y propuestas: pistas de patinaje sobre hielo, ceremonias de encendido de árboles navideños… y eventos de fama mundial que se han convertido ya en escenas icónicas de la navidad.
Aunque desde hace algunas semanas los escaparates nos dicen que la Navidad ya ha llegado a la ciudad, su comienzo “oficial” es cuando Santa Claus hace su primera aparición pública, y esa tradición anual tiene lugar en el célebre desfile Macy’s del Día de Acción de Gracias.
Otro clásico navideño de Nueva York es patinar en la pista de hielo del Rockefeller Center (Quinta Avenida, entre las calles 49 y 50t.
La pista de patinaje sobre hielo más famosa del mundo es más pequeña de lo que pudiera parecer –apenas unos cuarenta metros de largo por veinte de ancho– y tiene una capacidad para solo unos ciento cincuenta patinadores, así que la mejor manera de asegurarse un paseo por ella es acudir a primera hora de la mañana. Hay diferentes opciones y precios: pases VIP, abono para toda la temporada, o incluso la posibilidad de pedir la mano de nuestra pareja mientras patinamos…
Las legendarias Rockettes son las protagonistas del show, toda una extravaganza musical en la que se combinan clásicos de siempre como el “New York at Christmas” con una puesta en escena muy tecnológica que dan como resultado el hacerte creer que estás dentro de un inmenso cuadro o, mejor aún, de una bola de Navidad.
Publicidad
De todas los lugares del mundo para despedir el año viejo y saludar como merece al nuevo, probablemente Times Square sea el más popular de todos. Parece que el año nuevo no es tal hasta que el alcalde de la ciudad pulsa el botón y la célebre Bola de Times Square -una bola de cuatro metros de diámetro y seis kilos de peso cubierta con 2.688 cristales de Waterford y 32.256 luces LED – comienza a descender unos treinta metros desde una plataforma lo alto del edificio One Times Square en una cuenta atrás que es vitoreada en directo desde la plaza por más de un millón de personas (los accesos a Times Square están cerrados durante todo el día, así que tendrás que hacerte con una entrada.
¡Esta sí que es la Navidad más auténtica de todas!
ÚNETE AHORA
Regístrate y recibe nuestra newsletter
ÚNETE AHORA ÚNETE AHORALa función MIS FAVORITOS sólo está disponible para usuarios registrados. Accede a tu usuario o crea tu cuenta gratuita.
acceder área privada
0 Comentarios