El 18 de abril Ouigo, la empresa de trenes de alta velocidad a precios económicos en España, anunció una nueva línea que une Madrid con importantes ciudades de Castilla y León, incluyendo las estaciones de Madrid – Chamartín – Clara Campoamor – Segovia Guiomar – Valladolid Campo Grande. Al día siguiente, el primer tren comercial recorrió esta ruta, inaugurando oficialmente el servicio.
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Este nuevo trayecto permite viajar de Valladolid a Madrid en apenas una hora, y de Valladolid a Segovia en solo 32 minutos. Además, Ouigo ha introducido un servicio directo a Alicante, reduciendo el tiempo de viaje desde Castilla y León al Mediterráneo a tan solo 3 horas y 44 minutos, sin necesidad de transbordos. Para facilitar esta conexión, se han aumentado las frecuencias en dos de las cuatro rutas diarias entre Valladolid y Madrid.
La conexión entre Valladolid y Albacete también ha mejorado, ahora se puede hacer el recorrido en solo 2 horas y 46 minutos.
Ouigo continúa su expansión al añadir Cuenca a su red de destinos a partir del 1 de junio. Cuenca estará conectada con Madrid, Valencia, Alicante y Valladolid, todas atravesando la capital. Se implementarán dos frecuencias diarias de ida y vuelta, sumando un total de cuatro servicios diarios que permitirán transportar hasta 14.000 pasajeros por semana, con potencial de aumentar hasta 28.000.
La compañía comenzó a ofrecer billetes para estas nuevas rutas desde el 19 de marzo, disponibles a través de su sitio web. Los precios son especialmente llamativos, con tarifas que comienzan en 9 euros, y una tarifa reducida de 7 euros para niños entre 4 y 13 años. Los menores de hasta 3 años pueden viajar gratis si están acompañados de un adulto.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. El 1 de abril, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, expresó en una entrevista en Onda Cero la posibilidad de llevar a Ouigo ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por competencia desleal.
El ministro criticó que Ouigo ofrece precios «muy por debajo de coste desde el principio», lo que ha obligado a competidores como Iryo y Renfe a reducir también sus precios, afectando negativamente sus resultados financieros. Según Puente, es inevitable que los precios suban, ya que mantenerlos tan bajos no es sostenible a largo plazo.
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