Lo primero que tenemos que decir es que estos sitios que aquí enumeramos son, como bien reza el título del post, raros. Es decir, que no son situaciones habituales. Lo segundo es que en un porcentaje cercano al cien por cien, se dan cuando uno tiene menos de 25 años o cuando uno es joven. Y es que hay cosas que a ciertas edades ya no se permiten. Bueno, a lo que vamos… ¿os ha ocurrido alguna vez una de estas situaciones?
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1. En un parque.
Dormir en un parque sabiendo que vas a dormir en un parque es muy típico de algunas fiestas populares masificadas. Forman parte de la fiesta. Si no, no sería lo mismo. Un San Fermín en un hotel no sería lo mismo que un San Fermín lleno de penurias en el parque de la Ciudadela de Pamplona. Porque es así, amigos. Cuando eres joven te da igual ocho que ochenta y vas a Pamplona, aparcas tu coche, lo conviertes en tu centro de operaciones, y haces del parque tu hotel. Saco de dormir y esterilla debajo para no notar el frescor del césped. Almohada (o sucedáneo de almohada), opcional. Imprescindible dormir con lo puesto, sin nada de valor, y tener claro dónde colocarte para que no te dé el sol cuando amanezca. El nivel experto es dormir en una rotonda. Y si llueve (algo no descabellado) se abre un abanico de posibilidades cercanas a la indigencia como dormir en un cajero o bajo un puente. Nivel extremo ya.
2. En un coche o furgoneta.
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¿Quién no ha tenido que tirar de coche para dormir alguna vez? Apuras hasta el último momento para decidir viajar a algún sitio y finalmente lo haces convencido de que una habitación de hotel, hostal o similar va a haber para ti. Al menos una. Pero no. No la hay. Y decides que, por una noche, no pasa nada por dormir en el coche. A la mañana siguiente te levantarás hecho una piltrafa aunque te pongas literalmente encima del coche, como los amigos de esta foto.
3. En la playa.
Otro clásico. La playa. Generalmente no suele ser por necesidad. Nos referimos a que sueles tener tu habitación relativamente cerca pero te has bajado a la playa a tomar algo en plan tranquilo y al final la cosa acaba como acaba. En fin, que termina uno durmiendo en la playa.
4. En un albergue.
Lo de dormir en un albergue… hombre, raro no es, lo admitimos. Pero tranquilos, os vamos a explicar por qué lo hemos metido en este saco. Lo que es raro son algunos albergues en cuestión. Raro nos parece dormir en una mega habitación llena de literas junto a una treintena de desconocidos entre los que están representados todos los subtipos de especies: roncadores, habladores en sueños, los que tienen pies con olor a queso, los que dejan el móvil encendido y suena, los que tosen, los que pasan, los que salen, los que llegan borrachos, los que se levantan al baño, los que hablan alto, los que se dan un golpe… en fin, casi mejor haber elegido el cajero del banco de enfrente porque esto es una experiencia que jamás podrás olvidar (de insufrible). Ah, ¿dónde? Ámsterdam por ejemplo tiene un albergue así de demencial. Pero no todos son así, advertimos. Los hay que parecen hoteles de gran categoría con habitaciones incluso solo para dos (Copenhague por ejemplo).
5. En casa de un desconocido.
Más de uno habrá llegado a su sitio de destino pensando que iba a dormir en casa del amigo/a pero… no. O porque no hay sitio, o porque ha surgido cualquier imprevisto, al final te mandan a casa de alguien que no conoces. Con el corte que eso da.
6. En el suelo.
Lo del suelo es muy típico también cuando viajas a otro país a casa de tu colega que se ha ido a vivir a ese país. Y justo ese fin de semana que tú vas, van otros amigos, o los amigos del compañero de piso, o dan una fiesta que viene mucha gente y se quedan a dormir… Bueno, en fin, que te toca dormir en el suelo en un saco de dormir entre toda la basura de la fiesta. Si aún no sabías lo que era el concepto de ‘piso-patera’, ahora lo habrás entendido.
7. En una gasolinera.
No es común, claro… por eso es raro. Pero a más de uno que lo sabemos, les ha pasado de venir conduciendo, durante un viaje muy largo, de no venir en las mejores condiciones (no haber dormido) y tener que pararse en un área de servicio a dormir. Ya sea en una zona de césped, en un banco, no sé… dónde sea. Pero necesitas dormir y necesitas hacerlo estirado y en posición totalmente horizontal, nada de coche. Y ojo, ya hablando en serio: se trata de una decisión acertada. Si uno nota que se le van cerrando los ojos mientras conduce, lo mejor es parar.
8. En la bañera.
Sabemos que es demencial dormir en una bañera pero… pero sí, más de uno lo ha hecho. No vamos a decir si de forma voluntaria o por una serie de condicionantes pero se ha hecho. Eso es así.
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