Aunque para muchos es una atracción, lo cierto es que el teleférico es en sí mismo un medio de transporte, aunque muy particular, reconocemos. En España hay muchas ciudades que tienen uno y todos tienen su encanto. Pero a lo largo y ancho del planeta tenemos otros también espectaculares. Te ponemos siete ejemplos.
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1. Masada (Israel)
Este teleférico se eleva a 440 metros de altura, hasta Masada, y permite ver desde las alturas parte de la historia de Israel, como el castillo de Herodes.
2. Fjellheisen (Noruega)
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Este teleférico es uno de los mayores atractivos turísticos de la ciudad de Tromso. Montarse en él en pleno invierno es una experiencia inolvidable y con suerte hasta a lo mejor si es de noche puedes ver alguna aurora boreal. Aunque si vas en verano, apenas hay noche porque la ciudad está cerca del Círculo Polar Ártico y el sol está continuamente luciendo. El teleférico sube hasta la montaña Storsteinen, a más de 400 metros de altura.
3. Zacatecas (México)
Funciona desde 1979 y atraviesa el cielo de la ciudad a 80 metros de altura dejando a sus pies lo más destacado de Zacatecas. Aunque apenas dura 7 minutos el recorrido, es muy recomendable hacerlo.
4. Grindelwald-Männlichen (Suiza)
Se trata de uno de los teleféricos más largos del mundo y une la localidad de Grindelwald-Grund, a unos 1.000 metros de altura, con Männlichen, a 2.200. A sus pies dejaremos el verdor (o la nieve) de los impresionantes Alpes suizos.
5. Tatev (Armenia)
El teleférico ‘wings of Tatev’ (las alas de Tatev) es el más largo del mundo con 5,7 kilómetros de longitud. Se construyó en 2010 para poder llegar al monasterio de Tatev, uno de los reclamos del país caucásico, atravesando el cañón del río Vorotan. Se tarda 15 minutos en recorrerlo.
6. Rio de Janeiro (Brasil)
Sin duda uno de los teleféricos más conocidos del mundo. Se construyó en 1912 para llegar al mítico ‘Pan de Azúcar’, a más de 500 metros de altura y a sus pies deja las playas más paradisíacas de la metrópoli brasileña.
7. Picos de Europa (España)
No vamos a cerrar la lista sin destacar un teleférico español, en este caso el de Fuente Dé, en los Picos de Europa. Se eleva a una altura de 1.800 metros y llega hasta el espectacular mirador de Aliva.
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