Los 6 pueblos más bonitos de Teruel

La provincia de Teruel reúne naturaleza de contrastes, varios siglos de historia y una gastronomía con sello propio como inequívocos reclamos de visita turística. La propia ciudad de Teruel exhibe un valiosísimo conjunto monumental de estilo mudéjar que, no en vano, ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Además, los mundialmente conocidos “Amantes de Teruel” reposan juntos desde el siglo XIII en un mausoleo bajo una imponente escultura de Juan de Ávalos. Y sin perder la pista de la historia más antigua, quien se acerque a Teruel y sus alrededores puede visitar Dinópolis, un complejo paleontológico que propone un recorrido por nada menos que 4.500 años de historia de la mano de los dinosuarios que poblaron la zona. Pero si nos adentramos en el interior de la región, encontraremos además pueblos singulares, llenos de encanto que merecen, sin duda, una visita. Tomad nota porque os acercamos a 6 de los pueblos más bonitos de Teruel.

1. Albarracín

A 35 kilómetros de la ciudad de Teruel y sobre una cota de 1.171 metros de altura, se erige majestuosa la localidad de Albarracín. Estratégicamente situada en lo alto de un profundo desnivel de terreno, que a lo largo de la historia le sirvió de foso defensivo, Albarracín puede presumir de ofrecer una estampa única y característica salpicada por una arquitectura con sello propio a lo largo de empinadas y estrechas calles que se abren en plazuelas llenas de encanto. El espectacular pueblo es Monumento Nacional desde 1.961, y más tarde recibió la medalla de oro al mérito de las bellas artes.  Además, fue elegido el tercer pueblo más bonito de España en la encuesta sobre pueblos de España de El Viajero Fisgón.  Puerta de la Sierra que lleva su nombre, el pueblo de Albarracín sirve además de campamento base para inigualables jornadas de senderismo en torno a una gran variedad de ecosistemas.

2. Calaceite

Otro de los pueblos más bonitos de Teruel y de España lleva por nombre Calaceite. Capital cultural de la comarca del Matarraña, y muy cerca del límite con las provincias de Tarragona, Zaragoza y Castellón, encontramos esta localidad con tintes mediterráneos. Su próspera economía basada históricamente en la producción del aceite y el vino, se plasma en numerosas construcciones del siglo XVII y principios del XIX con blasones en sus portadas.

Esta arquitectura se articula en el centro urbano en torno a la Plaza de España y a la Iglesia Parroquial de la Asunción. Un paseo por sus calles permite contemplar este precioso casco urbano, declarado Conjunto de Interés Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural.

3. Valderrobres

Sin salir de la comarca del Matarraña, y a 179 kilómetros de la capital turolense, llegamos a Valderrobres, un municipio en el que también resulta evidente la fusión del carácter aragonés y mediterráneo.

El núcleo urbano se diferencia claramente en dos partes: el casco antiguo (al norte del río Matarraña) y el arrabal del puente (al sur). El indiscutible valor arquitectónico de destacadas construcciones como su imponente castillo y la iglesia de Santa María la Mayor no hacen sombra al ayuntamiento de la localidad, al icónico Puente de Piedra o a la Ermita de los Santos, entre otros. La comarca ofrece a sus visitantes una gran variedad de actividades al aire libre, es el escenario perfecto para practicas: senderismo, rutas a caballo, escalada, piragüismo y bicicleta de montaña.

4. Rubielos de Mora

Viajamos ahora hasta la comarca de Gúdar-Javalambre, que se articula en torno a las sierras del mismo nombre. Por eso, en Rubielos de Mora, encontramos un encave natural y paisajístico lleno de posibilidades para los amantes del deporte al aire libre como senderismo, equitación, bicicleta de montaña e incluso esquí, en las cercanas estaciones de Javalambre y Valdelinares.

Para quienes prefieran el turismo cultural y artístico, Rubielos de Mora no se queda atrás en la oferta de preciosas casas solariegas y palacetes de los siglos XVI y XVII, cuando la localidad acogió a numerosos nobles y adinerados en la que se llegó a denominar “Corte de la Sierra” por la prosperidad y poder de la villa. Tampoco os podéis perder la Excolegiata de Santa María la Mayor y la Casa Consistorial de esta localidad que forma parte de la célebre Ruta del Cid. ¡No puedes perderte el pueblo cubierto de nieve!

5. Puertomingalvo

En la zona noreste de la comarca del Gúdar-Javalambre, se erige Puertomingalvo, otro de los pueblos más bonitos de Teruel y considerado también uno de los más bonitos de España. No te puedes perder su icónico castillo que data del siglo XIII y su ayuntamiento del siglo XV, exponente del Gótico civil de la provincia de Teruel.

El núcleo urbano se asienta sobre una zona rocosa, presidida por el castillo, son extensas las callejuelas que se generan alrededor. Para quienes busquen además turismo de naturaleza, a 6 kilómetros de Puertomingalvo, fluye la Cascada del Arquero, un precioso salto de agua del río Linares que en la primavera y coincidiendo con el deshielo luce en todo su esplendor.  Sin irte muy lejos, a tan sólo unos pocos kilómetros se pueden encontrar tranquilos pueblos y masias con muy pocos habitantes, su belleza también es digna de admirar.

6. Cantavieja

Y para cerrar nuestra lista de los 6 pueblos más bonitos de la provincia de Teruel, qué mejor que seguir con la Ruta del Cid y visitar otra singular localidad: Cantavieja. Situada en pleno Maestrazgo turolense, este pueblo se aferra prodigiosamente a la cumbre de un peñón de roca caliza de 1.300 metros de altura.

Con esa valiente orografía en su adn, Cantavieja presume de carácter e historia secular en el trazado medieval de sus calles que confluyen en la plaza porticada de la localidad. Allí es de visita obligada la Iglesia de la Asunción. Y como no podía faltar en la provincia de Teruel, el turismo de naturaleza también tiene cabida y destino en los alrededores de Cantavieja… Varios senderos conducen a parajes únicos como las orillas del río Cantavieja o el Mirador de la Tarayuela.