Los viajes más locos son aquellos que nos permiten realizar un sueño, aunque parezca disparatado. ¿Quién no ha soñado alguna vez con conocer los lugares consagrados en la mítica película El Padrino, de Francis Ford Coppola?
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Nunca vas a ver Sicilia con los mismos ojos si te atreves a seguir la huella del protagonista de esta famosísima trilogía, inspirada en la novela de Mario Puzo. Esta bellísima isla del sur de Italia es históricamente el territorio donde nació la mafia italiana, posteriormente transplantada en los Estados Unidos bajo el epígrafe de Cosa nostra.
Son muchas las locaciones que sirvieron de escenario en el El Padrino. En Palermo encontrarás el Teatro Massimo y su majestuosa escalinata, donde Michael Corleone, interpretado por Al Pacino, llora la muerte de su hija Mary (Sofía Coppola) al final de la tercera parte de la trilogía.
Otra parada imprescindible en esta ruta loca es Corleone, localizada a unos 57 kilómetros de la capital de Sicilia. Cabe recordar que Coppola no filmó ni una sola escena en este pueblo por cuestiones logísticas: no consiguió las autorizaciones pertinentes. A pesar de esto, es sin dudas la localidad más emblemática en esta historia. En este pueblo encaramado en las montañas, donde viven 12.000 personas, nacieron algunos los jefes de la mafia siciliana más salvajes y sanguinarios, como el mismísimo Vito Corelone.
Muy cerca está la ciudad de Salemi, en la que no hay huellas de El Padrino, pero encontrarás el famoso Museo de la Mafia. También deberías visitar Taormina, una localidad de veraneo que se proyecta sobre el Mar Jónico. En este municipio, ubicado en la provincia de Catania, Coppola rodó el encuentro entre Michael Corleone y su ex-mujer Kay (Diane Keaton). Aunque en la peli se llama Bagheria, Taormina fue la localización real del rodaje.
Ya en la vecina provincia de Messina se halla el pueblo Forza D´Agro, que fue usado en el rodaje para substituir Corleone. Aquí se rodaron muchas escenas exteriores, como las de Don Vito todavía muy joven huyendo de los mafiosos. A unos pocos kilómetros de este pueblo encontrarás Savoca, sede el archifamoso restaurante Il Padrino, que atrae cada año a millares de turistas. También está el Bar Vitelli, que no ha cambiado desde que sirvió de localización en la película. Aquí se rodaron las escenas en las que Michael pedía la mano de Apollonia a su padre.
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Otro de los viajes muy locos que puedes hacer es por México en busca del mítico subcomandante Marcos. Fue uno de los dirigentes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. En los años 90 ganó una cierta popularidad internacional. Varios escritores fueron seducidos por su personalidad seductora y publicaron libros y ensayos sobre el subcomandante. Entre ellos destaca el español Manuel Vázquez Montalbán.
A día de hoy nadie sabe a ciencia cierta quién es Marcos. Según las autoridades mexicana se trataba de un maestro de diseño de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), nacido en Tampico, Tamaulipas, en el noreste de México. Sus ideas revolucionarias, su activismo y sus viajes por todo el país atrajeron la atención de la prensa internacional durante muchos años.
Su feudo siempre fue San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas. Es considerado un pueblo mágico, en el que viven las comunidades Tzotziles y Tzeltales, que trabajan el barro, cultivan flores y confeccionan delicados textiles. Es una región de gran interés turístico, en la que podrás visitar muchas cosas mientras tratas de encontrar al subcomandante. Seguramente te cruzarás con varias personas que jurarán y perjurarán que le conocieron.
Hoy en día Marcos ya no existe. El 26 de mayo de 2014 él mismo anunció la desaparición de su personaje y se transformó en el subcomandante insurgente Galeano.
Otro de los viajes locos que te proponemos es por los Estados Unidos para conocer sus géiseres. Uno de los más famosos el Old Faithful, que es considerado la mayor atracción turística del Parque Nacional de Yellowstone, en la costa oeste de Estados Unidos.
En este parque, que se encuentra en el Estado de Wyoming, hay más de 300 géiseres. El Old Faithful se halla en la zona alta de fuentes termales. No es el géiser de Yellowstone que tiene las erupciones más altas, ni tampoco es el que tiene las erupciones más frecuentes. Pero tiene la ventaja de ser uno de los más predecibles. Las erupciones del géiser Old Faithful acontecen aproximadamente media cada 91 minutos, lo cual permite planificar tu visita.
También merece la pena conocer el Castle Geyser, un géiser de cono que tiene un ciclo de 10 a 12 horas. Sus erupciones duran unos 20 minutos y pueden alcanzar una altura de 27 metros. El Morning Glory, por su parte, es un geiser de aguas termales que forma una singular piscina de colores muy intensos. También se encuentra en el Parque Nacional de Yellowstone. Sus increíbles colores se deben a las bacterias que lo habitan.
La piscina tiene una superficie de 7 metros por 8 de y una profundidad de 7 metros. Generalmente tras una intensa actividad volcánica, la piscina estalla hacia el cielo formando un geiser.
Finalmente vale la pena conocer el géiser Fly en el Estado de Nevada. Se formó en 1964 como consecuencia de unas prospecciones en busca de fuentes de energía geotermal. Después de las excavaciones geológicas, los minerales licuados se fueron acumulando y acabaron creando formas extrañas y multicolores. Este géiser es uno de los mejores ejemplos de la creatividad de la Naturaleza.
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