Los 10 rincones más bellos de España según la Guía Repsol

Un paisaje único, un lugar con una estética particular u original o un enclave a descubrir para el viajero. Estos son algunos de los requisitos para ser elegido Mejor Rincón de España por la Guía Repsol. ¿Quieres saber cuales han sido los ganadores de 2014?

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En apenas tres años, los galardones Mejor Rincón de España que convoca Repsol se han convertido en una auténtica distinción, que hace que ayuntamientos y particulares se lancen a captar votos a través de las redes sociales: y es que, como en las dos anteriores ediciones, son los usuarios quienes eligen las candidaturas. En esta edición, entre los 1.034 rincones sugeridos, Guía Repsol seleccionó los 17 rincones, uno por cada Comunidad Autónoma, que se enfrentaron en las siguientes fases clasificatorias. Los viajeros son los que tienen la última palabra, y en una disputada final, han seleccionado como ganadores dos enclaves que han superado los 700.000 votos: el extremeño Puente Romano de Alcántara y la riojana Ermita de San Felices de Haro.

 

Puente de Alcantara (Extremadura)

 

Puente de Alcántara, en Cáceres.

 

Reza una inscripción en el dintel del templete que “durará tanto como el mundo dure”, y allí sigue esta majestuosa construcción que se ubica en el oeste cacereño, y que se construyó a principios del siglo II para cruzar el profundo Tajo. Constituye uno de los puentes romanos más relevantes de los que quedan actualmente en todo el mundo, y es una de las obras de ingeniería más importantes de la Hispania Romana. Aspira a convertirse en Patrimonio de la Humanidad, y razones no le faltan.

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Ermita de San Felices (La Rioja)

 

Ermita de San Felices, La Rioja.

 

Es uno de los lugares icónicos por excelencia de esa tierra bellísima que es La Rioja. No hay un riojano que no haya procesionado hasta la ermita de San Felices, que se levanta sobre los riscos de Bilbio, cerca de Haro. En estas alturas se celebran al año tres romerías muy populares -además de conciertos y eventos varios-, siendo la más famosa la Batalla del Vino, que se celebra cada 29 de junio, y donde los participantes se echan baldes de buen tinto de la tierra hasta quedar completamente teñidos de morado. Pero es que, además, San Felices es un observatorio natural de primera: desde la cresta en que se encuentra se divisa cómo el río Ebro entra en La Rioja por las Conchas de Haro, unas hoces que el río ha ido abriendo durante decenas de miles de años. Y todo, vigilado por la efigie en piedra del Santo, acompañado de su discípulo San Millán.

 

Valle Salado (País Vasco)

 

El Valle Salado, en Euskadi.

 

Desde tiempos de los romanos, la sal de los manantiales en el Valle Salado, a 30 kilómetros de Vitoria-Gasteiz, se ha extraído al exponer el agua al calor del sol sobre eras o terrazas de madera que, en un número aproximado de 2.000, forman un mosaico asombroso resultado de la perfecta armonía entre el hombre y la naturaleza. En esta antiquísima arquitectura de canales, pozos, eras y almacenes todo, hasta los clavos, son de madera, para evitar el óxido. En verano, cuando la sal queda al descubierto tras evaporarse el agua, el valle parece nevado.

 

Lithica (Islas Baleares)

 

Las canteras de marès de Lithica, en Ciutadella, Menorca.

 

Nos encontramos ante unas canteras de marés, un tipo de piedra caliza, a pocos kilómetros de Ciutadella que aunque se encuentran sin actividad desde 1994, han sido recuperadas como espacio lúdico, con circuitos y miradores para asomarse a arquitecturas oníricas que fueron creadas por los canteros sin darse cuenta y que han dado lugar a verdaderas obras de arte naturales. En su interior se realizan conciertos espectáculos de danza, teatro, proyecciones y hasta clases de tai-chi.

 

Motilla del Azuer (Castilla la Mancha)

 

Yacimiento arqueológico de Motilla de Lazuer, en Daimiel (Ciudad Real).

 

Daimiel ofrece al viajero un espectacular entorno, y el yacimiento arqueológico de Motilla del Azuer, emplazado en la vega del río homónimo, no lo es menos. Constituye el yacimiento más representativo de la Edad del Bronce en La Mancha, donde hace 4.000 años sus habitantes se las arreglaron para construir este poblado fortificado, cuyas murallas esconden un pozo profundo de 16 metros construido en espiral -reconocido como el más antiguo de la Península-, y que servía para abastecer de agua al poblado. Remata el yacimiento una vigorosa torre de planta cuadrada que servia de defensa.

 

Salto de la Novia (Comunidad Valenciana)

 

El Salto de la Novia en Castellón.

 

Más de sesenta metros de altura tiene la cascada del Brazal, sobre el río Palancia, uno de los parajes naturales más espectaculares de toda la cornisa mediterránea y, desde luego, de Castellón, la provincia en que se encuentra. Así que no puede extrañar que la leyenda popular que le da su nombre verdadero sea una maravilla del folclore: se cuenta en el lugar que, antaño, las novias debían saltar el río por esta zona si querían tener éxito en su matrimonio y comer perdices… Desde la cascada se divisa el monte Rascaña, que acoge en su interior la misteriosa cueva del Reloj. Ésta debe su nombre a la piedra puntiaguda que vigila su entrada y cuya sombra señalaba la hora a los agricultores que trabajan la tierra por la zona.

 

Parque Natural de Calblanque (Murcia)

 

Parque Natural de Calblanque, Murcia.

 

Entre Cartagena y La Unión, y a sólo cuatro kilómetros al sur de las urbanizaciones de La Manga, todavía se puede encontrar un tesoro escondido y compuesto de afiladas puntas de pizarra, bosques de pinos carrascos, sabinas moras, dunas y grandes playas, unas de las mejores de España. Por no haber, no hay ni casas a la vista y las calas recogidas ofrecen la intimidad perfecta para desconectar, convirtiendo este Parque Natural en un lugar muy especial por su paisaje ausente de rastro de la mano del hombre en sus montañas. Sus acantilados son de lo más espectacular de la región de Murcia. Un paraíso a descubrir.

 

Vegueta (Islas Canarias)

 

El barrio de Vegueta, en Las Palmas de Gran Canaria.

 

El barrio fundacional de Las Palmas de Gran Canaria ha sido elegido por su originalidad y bello entorno, que ha visto pasar desde las carabelas de Colón hasta los ataques del corsario Van der Does. Las casas del barrio esconden tras sus muros de piedra patios conservados prácticamente igual que cuando fueron construidos, los más antiguos en el siglo XV, por los primeros artesanos andaluces. Museos, tascas y pequeños restaurantes, o el mercadillo artesano de los domingos que ofrece desde cestería tradicional a estupenda gastronomía como dulces de batata son rincones a descubrir.

 

Palacio de Goyeneche (Madrid)

 

El Palacio de Goyeneche en Nuevo Baztán, Madrid.

 

La historia del magnate navarro Juan de Goyeneche es tan apasionante como su sueño, que le llevó a levantar, en un bosque de acebos perdido en la inmensidad de la vega madrileña, una ciudad de nuevo cuño y planta barroca a la que puso el nombre de Nuevo Baztán y que encargó al gran arquitecto Churriguera. Goyeneche se mandó construir un palacio en 1705 y rodeó la ciudad de fábricas de paños, de sombreros, de pieles, de vidrios, de jabones, de papel, de aguardientes, de confites… para caer en el olvido más absoluto a los pocos años. Una fantasía barroca que está declarado Monumento Histórico Artístico, junto a la iglesia anexa de San Francisco Javier, y en 2000 fue declarado Bien de Interés Cultural.

 

Balcones de Madrid (Galicia)

 

Los Balcones de Madrid, en Orense.

 

Muy cerca del pueblo orensano de Parada do Sil se encuentran los Balcones de Madrid, unos espectaculares miradores que nos muestran la impresionante Ribeira Sacra en todo su esplendor: el río Sil, tachonado de monasterios medievales y construcciones perdidas en el tiempo, surca un cañón con una profundidad de hasta 300 metros, por donde surcan e uno de los mejores miradores de la Ribeira Sacra, donde el río Sil salpicado de monasterios medievales, surca un inmenso cañón con una profundidad de hasta 300 metros. Desde sus barandillas alcanzaremos a ver el Santuario de Cadenas, situado en la margen lucense de A Ribeira Sacra. En días claros disfrutaremos de una vista abierta sobre buena parte de estas tierras. Los días grises y húmedos convierten al río y su ribera en un entorno misterioso de brumas y nubes bajas, y ya se sabe que meigas, haberlas, haylas… ¡Buen Viaje!
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Redacción

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