Sabemos que nuestro ‘top ten’ de pueblos bonitos de Barcelona y Cataluña no hace justicia con toda la región. Y decimos estos porque evidentemente no caben todos los pueblos catalanes que cumplen con esta premisa de la belleza. Los que hemos elegidos combinan a la perfección el mar, el bosque y la montaña. Así que vamos a darnos un paseo por la geografía catalana.
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Tener en tu término municipal el lago natural más grande de España es siempre una ventaja que te va a situar por delante de cualquier otro pueblo. Eso es lo que le pasa a Banyoles y el lago del mismo nombre, que además es su principal reclamo turístico. Por cierto… ¿sabíais que además es uno de los municipios donde mejor se vive de España?
No nos movemos de Gerona, pero esta vez nos vamos a la Costa Brava para adentrarnos en este curioso pueblo amurallado, con torreones del siglo XII, y con playas y calas de aguas cristalinas. Un verdadero paraíso para el turista.
A los pies del río Ebro (literalmente a sus pies) se encuentra este bello y tranquilo pueblo en el que destaca su castillo. Una buena opción para desconectar del mundanal ruido de la ciudad. Tan poco ruido hay que en él todavía funciona el único transbordador sin motor que existe para cruzar el río de orilla a orilla.
La entrada a Besalú no puede ser más espectacular. Tendremos que cruzar sobre el río Fluviá a través de un puente románico con pequeñas torres medievales. Solo así podremos acceder al casco urbano, lleno de vestigios históricos, sobre todo judíos, pero también cristianos con alguna abadía que merece la pena visitar.
El pueblo de Dalí por excelencia es Cadaqués. Antes de eso era un lugar de pescadores, casi aislado entre el mar y la montaña. Pero el pintor surrealista fue su mejor publicidad. Te quedarás prendado de sus casas blancas y sus calles empedradas. Uno de los pueblos más bonitos de Cataluña
Bien podríamos decir que la capital de la España románica es la comarca de Tahull. Donde podemos encontrar la célebre iglesia de San Clemente de Tahull y su archiconocido pantocrátor. Además de arte, aquí encontrarás mucha naturaleza ya que el pueblo se encuentra a los pies de los Pirineos.
En la comarca gerundense del Bajo Ampurdán encontramos esta joya, otro de los pueblos más bonitos de Cataluña de apenas medio millar de habitantes declarada Conjunto Histórico-Artístico por ser uno de los núcleos de arquitectura medieval más importantes y mejor conservados de Cataluña.
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¿Cómo ha sido posible poder edificar ahí? Será lo primero que te preguntes porque verdaderamente este pueblo (¡de apenas 1 kilómetro cuadrado!) desafía las leyes de la gravedad. El pueblo está asentado en un riscal basáltico, a más de 50 metros de altura, formando parte del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrocha.
Este pueblo (que hasta 1977 eran dos, Rupit y Pruit) es una explosión de contrastes: los de la pizarra con la que están hechas sus casas con los de las flores que adornan sus balcones. Otro prodigio de la ingeniería medieval ya que está asentado en un cerro, rodeado de bosque, y junto al Salt de Sallent, un salto de agua de 90 metros de altura. Casi nada.
Vamos a desmitificar Sitges. Al margen de su animada vida nocturna, y de su ambiente, se trata de un pueblo muy bonito y con alma. Porque admitámoslo, el pueblo con alma también es bonito, y Sitges lo es, con sus calles, sus playas… y a tiro de piedra de Barcelona, para que puedas acercarte cuando vayas a la Ciudad Condal. Descubre más sobre lugares que visitar y ver en Sitges en nuestra Guía de Destinos.
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1 Comentarios
Comentario de El turismo, algo más que diversión
Publicado el 12 de junio de 2017
[…] la geografía española, la lista sería interminable, pero nuestra propuesta de hoy se centra en los pueblos mas bonitos de Cataluña. Lugares que nos dejarán una marca especial, y que, con el paso del tiempo, avivarán nuestros […]