Andamos a la caza de las luces del norte. El fenómeno atmosférico más impactante del invierno cautiva a aventureros y a los menos frioleros que ponen rumbo al Polo Norte. Pero cuidado, no hace falta emular a Roald Amundsen en su conquista del punto geográfico más septentrional sino que lo inteligente es guarecerse en las inmediaciones del Círculo Polar Ártico. No os vamos a abrumar con electrones, vientos solares y radiaciones cósmicas para explicar la aparición de este espectáculo luminiscente cuyo nombre remite a la diosa romana del amanecer Aurora y al que siempre hay que acudir mirando al norte, al viento del norte y dios del invierno Bóreas. Lo que sí hacemos es mostraros nuestro catálogo de hoteles desde donde admirar sin salir de la cama estas noches mágicas encendidas de neón.
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Selfoss (Islandia)
Sin duda uno de los hoteles más nombrados de los últimos años por su arquitectura sorprendente, su diseño nórdico en interiores diáfanos y su vocación sostenible por y para la preservación del parque nacional Thingvellir. La contemplación de las auroras boreales y del paisaje extremo de esta “tierra de fuego y hielo” se practica en la piscina exterior, en las habitaciones o en el fabuloso bar rodeado de cristal.
Jukkasjärvi (Suecia)
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Si de hoteles iglús se trata, no se puede dejar de mencionar a este pionero de la hotelería del hielo que cada año nace y muere en Laponia –ya va por su edición 25- con las aguas del río Torne y los asombrosos diseños de sus artistas escultores. Eso sí, para ver las auroras hay que salir del iglú y de sus “templadas” temperaturas de unos -5ºC, no queda otra… Además, para acertar seguro, organizan excursiones a las noches más claras de esta región de Kiruna.
3. Radisson Blu Polar Hotel Spitsbergen
Longyearbyen (Islas Svalbard, Noruega)
El aval de la cadena Radisson (marca Blu) en cuanto a elegancia y calidad de servicios prima a la hora de elegir este hotel desde el que se emprenden safaris para capturar el instante más esperado del archipiélago de Svalbard.
4. Kakslauttanen Arctic Resort
Kakslauttanen (Finlandia)
Más divertido es pasar la noche en este impactante campamento iglú de la Laponia finlandesa. Como un camping en el bosque, pero rodeado de espesa nieve y a temperaturas gélidas durante el invierno. También cuenta con cabañas de madera e iglús de hielo pero lo interesante es reservar uno de los iglús de vidrio para no perderse ni un destello. Además, no hay peligro de vaho ni de congelación de la superficie.
(Yellowknife, Canadá)
Por su posición bajo la Aurora oval, Canadá también es un destino óptimo para cazar auroras y uno de sus múltiples escondites recónditos es este sencillo refugio encaramado a una loma nevada en la capital de los Territorios del Noroeste. Como la aurora puede salir en cualquier momento, el hotel da un telefonazo a los huéspedes para darles el aviso y que se asomen a las ventanas.
Sutherland (Escocia)
Otro destino interesante y poco solicitado en cuanto a búsqueda de auroras pero que tiene en este moderno alojamiento una alternativa singular por ser un digno representante de respeto medioambiental sin renunciar a un diseño atractivo que además mira a través de las cristaleras al Lago Eriboll, uno de los más profundos y enigmáticos de Gran Bretaña.
Fairbanks (Alaska)
Sin demasiados lujos se presenta este albergue perfecto para explorar Fairbanks durante los inviernos glaciares y perderse de todo a 65 grados al norte sin contaminación lumínica alguna, en lo alto de un cerro. Su orientación norte facilita la visión del cielo a través de generosas ventanas.
8. Hotel Rangá
Hella (Islandia)
Vistas al río Rangá o al volcán Hekla, pero sobre todo a la inmensidad de un firmamento límpido mientras se está instalado cómodamente en un coqueto hotel a dos horas de Reikiavik con todo lo necesario para no sufrir el frío polar. El paisaje circundante ya de por sí deja helado. Por supuesto, servicio despertador para no hacer el viaje en balde.
Sandnesdalen (Noruega)
Menudo complejo invernal en el que no falta el bar de hielo, las habitaciones de hielo -decoradas con esculturas de hielo- y las actividades de todo tipo para moverse por esta tierra de hielo muy, pero que muy al norte. Imposible aburrirse entre huskies y cangrejos rojos gigantes.
Levi (Finlandia)
Para los amantes de los alojamientos insólitos, este puede ser su hotel en el que cumplir también el sueño de las auroras boreales. Una casa subterránea, unos iglús de cristal perfectamente amueblados y dispuestos frente a una ladera y hasta un tipi comunal con chimenea. Las caprichosas formas de luces coloreadas se despliegan en pases privados ante los ojos de las parejas. No está mal para una noche lapona.
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