El vuelo OS434 de Austrian Airlines que conectaba Palma con Viena el pasado domingo por la tarde se vio gravemente afectado por una fuerte tormenta eléctrica acompañada de granizo mientras sobrevolaba la ciudad de Hartberg. El incidente, que ocurrió alrededor de las 16:00 horas, dejó considerables daños en el avión, especialmente en el morro y en la cabina de los pilotos.
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El Airbus SE A320, con 23 años de servicio, volaba a una altitud de aproximadamente 6.000 metros cuando se encontró con la tormenta. Los pasajeros describieron en redes sociales cómo el fuerte granizo causó momentos de tensión y conmoción a bordo.
Afortunadamente, tras aterrizar sin incidentes graves en Viena poco después de las 18:00 horas, tanto la tripulación como los pasajeros y el personal de emergencia del aeropuerto fueron conscientes de la magnitud del suceso, pero pudieron respirar aliviados al ver que todo quedó en un susto.
Las imágenes del avión muestran cómo el morro del Airbus A320 quedó parcialmente arrancado debido al impacto de las pequeñas bolas de hielo. Además, las ventanas frontales, cruciales para la visibilidad de los pilotos, estaban llenas de marcas de impacto, aunque resistieron el embate sin llegar a romperse.
A pesar de los daños visibles en el exterior del avión, afortunadamente no hubo heridos. Sin embargo, el avión deberá someterse a una exhaustiva inspección y reparación para garantizar que no existen daños internos que puedan comprometer futuros vuelos. Los técnicos se asegurarán de que la aeronave esté en perfectas condiciones antes de volver a ponerla en servicio.
When you send off four besties and they end up being „attacked“ by hail, lose half of the cockpit nose and have their front windows shattered prior to arrival. #OS434 Palma to Vienna. Very pleased you all touched ground – alive. Thanks #austrian #aua #airlines pic.twitter.com/SHOUsUY5Wg— Exithamster (@exithamster) June 9, 2024
Este incidente pone de manifiesto la importancia de la seguridad y la preparación en la aviación. La capacidad del avión para soportar tales condiciones meteorológicas extremas y la rápida reacción de la tripulación fueron cruciales para evitar una tragedia.
A pesar de la gravedad de los daños materiales, lo más importante es que no hubo víctimas. Este vuelo entre Palma y Viena es un ejemplo de cómo la preparación y las medidas de seguridad pueden mitigar los efectos de fenómenos meteorológicos adversos. La pronta reparación del avión asegurará que incidentes similares no vuelvan a ocurrir, manteniendo así la confianza en la seguridad aérea.
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