Todo el mundo conoce Madrid. ¿Seguro? Igual no tanto. Sobre todo los madrileños, que igual deberían tener más conocimiento sobre su ciudad. Pero la Villa de Madrid es tan profunda y rica en alternativas como para pensar que hay muchas ciudades distintas en una sola. Para todos los gustos, para modernos y nostálgicos, para grandes y pequeños, para propios y extraños. Madrid y sus rutas más originales.
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1. La Movida
La asociación Carpetania Madrid organiza curiosos paseos y rutas temáticas por la ciudad y no olvida que los años de la movida madrileña representan algo así como la Edad de Oro de la música en directo en España. Como merece ser recordada en sus lugares de origen, la ruta de la movida recorre aquel “underground” alrededor del barrio de Malasaña (el Penta, La Vía Láctea,…) con parada especial en el Madrid Me Mata, a la sazón actual Museo de La Movida. Por supuesto, se trata de una ruta nocturna.
2. El Madrid oculto y mágico
Otra manera de enfrentarse al Madrid subterráneo, aunque esta vez el underground no fue pergeñado por tribus urbanas o jóvenes artistas contestatarios. De nuevo Carpetania plantea una ruta por un Madrid enigmático, por los barrios de Palacio y Santiago, en la que se puede visitar la Cripta de la Almudena y las estatuas de la Plaza de Oriente, conocer las historias de la Biblia caló o la leyenda de la calle del Bonetillo. Pero también puede seguirse a pie juntillas las indicaciones de la Guía del Madrid mágico, de Clara Tahoces, con direcciones imprescindibles como el Palacio de Linares, la Parroquia de San José, la Casa de las Siete Chimeneas, el Convento de San Juan de Alarcón, el antiguo Café Lyon donde se practicaba la tertulia ufológica, el Parque del Capricho, o la estatua del Ángel Caído en El Retiro.
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3. El Madrid eterno: sin salir del cementerio
Otra de las rutas más originales que organiza la asociación Carpetania Madrid es una que el ciudadano de a pie puede emprender por su cuenta y riesgo, aunque siempre es mejor acudir con guía experto y, en este caso, hacerlo acompañado y nunca solo. Y es que se trata de recorrer de arriba abajo el cementerio de La Almudena, una auténtica ciudad intramuros o, al menos, una fuente fidedigna de la que aprender la historia de la ciudad. Se visita la capilla modernista, las mesetas de la cruz trebolada, el antiguo Cementerio de Epidemias y Cementerio Civil y, de paso, se aprende algo de arquitectura funeraria y de las leyendas ocultas en esta gran necrópolis.
4. Atardeceres
Hay quien sostiene que los cielos velazqueños no tienen parangón, que los atardeceres de Madrid son realmente únicos. Es fácil salir de dudas y, por lo general, barato. No hay más que dirigirse al barrio de Vallecas y subirse a lo alto del popular Parque de las Siete Tetas. Desde allí descubrimos el Madrid de Antonio López. También desde el centro hay posibilidad de coger sitio en un buen mirador: el del Templo de Debod, más que nada porque aquí el atardecer adquiere tintes mágicos. No muy lejos, al final de Gran Vía, puede subirse a la última planta del nuevo Dear Hotel, y disfrutar desde su terraza de una de las mejores perspectivas posibles. Detrás, los tejados del viejo Madrid. De frente, Plaza de España, el Palacio Real y la Casa de Campo. Al fondo, la sierra.
5. El Ministerio del Tiempo
El éxito de la serie de Televisión Española hace que los fans tengan en esta ruta la excusa perfecta para conocer de primera mano algunos escenarios claves de este paseo espacial y temporal por la historia de Madrid y de España. La Plaza del Duque de Alba, la calle Toledo, la Plaza Mayor, la Plaza del Ángel, la Plaza de Santa Ana…
Original o no, la ruta no puede ser más nutritiva. El plato por excelencia de la capital, en torno al que se aúna más fundamento como embajador de su gastronomía, tiene un buen número de restaurantes inscritos entre los que no faltan los míticos Lhardy, La Bola, Malacatín, Taberna de la Daniela o el Café de la Ópera. La cuestión es que en un día igual es complicado completar la ruta. Pero vamos, ¡así SÍ se hace buen turismo!
7. El Madrid sabinero
Si la movida tiene su ruta por Madrid, ¿por qué no iba a tenerlo el artífice del himno oficioso de la villa y corte, su mayor cronista? La Latina, Tirso de Molina y Malasaña son los barrios por donde transcurre esta ruta cien por cien sabinera y canalla. Gracias a Carpetania Madrid se redescubre la calle Tabernillas, las cavas, la calle de la Palma o la Plaza del Dos de Mayo, lugares todos llenos de historietas asociadas a este madrileño ilustre de adopción. Un repaso por las claves de la carrera de Joaquín Sabina de la mejor manera posible, mediante un paseo nocturno. “Pongamos que hablo de Madrid”.
8. La bici de la cerveza
Desde hace relativamente poco no es raro observar una bici multitándem paseándose a la europea por las calles de Madrid y armando bulla ante el asombro de los curiosos. Es la BeerBike, una bici con la que recorrer la ciudad a golpe de pedal al mismo tiempo que se coge un buen ídem. Y es que durante unos 45 minutos se hace turismo, gemelos y se brinda con cerveza, sangría o, los abstemios, con refrescos. Un transporte diferente para hasta 18 personas –aunque pedalean 12- que pagan 15 euros por un litro de cerveza, 20 euros por un litro de sangría, 20 euros por barra libre de cerveza y 25 euros por barra libre de todo.
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