Una pareja canadiense, fan de Los Simpson, recreó en su propia casa la cocina de su familia amarilla favorita. Y, sólo por eso, nosotros ya somos fans de esa pareja. ¿Mitomanía? ¿Aburrimiento? ¿Esencia freak? El caso es que los Hamilton -o los Andreychuck, que así se apellida la Marge de carne y hueso- son los nuevos Simpson. No, ni visten como ellos ni se pintan de amarillo para hacerse el desayuno. Con la cocina de Los Simpson tienen bastante. La cosa tiene un límite. Lástima.
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Este ejercicio de fanatismo encantador convierte a Joe Hamilton y Marcia Andreychuk, una pareja “aparentemente” normal, en un foco mediático en la, por otra parte, aburrida cotidianidad de la ciudad de Alberta. Digamos que Springfield es algo más divertida. Y, así, poco a poco, con la foto de la cocina como modelo de trabajo, Joe y Marcia han conseguido reproducir la cocina de la calle Evergreen Terrace, número 742.
Ese estilismo años 50 es el de una cocina feliz de América. Pero claro, en dibujos animados. Llevado a las tres dimensiones del mundo real, el contraste es arriesgado. Los colores, por un lado, nada fáciles de clavar. Los muebles, a medida y a imagen y semejanza, tampoco. Como el suelo bicolor. Los electrodomésticos, todo un reto. El tostador, el fregadero, la cocina… Pero cuidado, algo nos preocupa, y es que no hemos conseguido ver el objeto de la casa más preciado de Homer: el frigorífico. Bueno, seguro que llegará. Si han conseguido hacerse con las cortinas de mazorcas, todo es posible. Por muy bizarro que esto sea.
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