Seúl es una ciudad simplemente apasionante. En la cuarta ciudad más grande y rica del mundo (con más de veinticinco millones de habitantes), conviven en ella plácidamente una herencia arquitectónica y cultural fruto de una historia que se remonta más de tres mil ochocientos años en el pasado, con un ritmo de vida tan frenético y vanguardista que parece sacado de una película de ciencia-ficción. En Seúl, la tecnología punta y la comida callejera conviven en cualquier esquina, las mok-bang (las adolescentes que suben vídeos de ellas comiendo y que se han convertido en estrellas de YouTube) se han convertido en estrellas mediáticas y los K-dramas (los culebrones nacionales) en reclamo turístico, con rutas por sus escenarios de rodaje… En definitiva, una ciudad como no hay otra igual, amada por todos los gurús de las tendencias, fijos en la famosa Feria de Diseño de Seúl, y en la que, de los 25 distritos que la dan forma, destaca el de Gangnam, el más famoso y elegante de todos ellos.
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Porque Gangnam es el cuarto distrito de la ciudad en población y el tercero en tamaño pero, sin duda, el primero en fama. En sus calles, pobladas de rascacielos, centros comerciales y bullicio a todas horas, se encuentran los apartamentos más caros del país, las escuelas privadas más prestigiosas (se considera al distrito la capital del país en lo referente a la educación). Hace un par de años, el rapero surcoreano PSY puso a bailar a todo el planeta con Gagnang Style, un éxito que ha sido visionado miles de millones de veces en Youtube y que ironiza con el barrio de Seúl del que toma el nombre: Gangnam Style es un expresión coloquial en Corea del Sur, muy popular, que hace referencia al estilo de vida que se asocia a la que es, sin duda, la zona más acomodada del país, con un nivel de vida que se encuentra entre los más elevados de todo el mundo.
En los veintidós barrios del distrito, hay innumerables rascacielos, que acogen tanto los apartamentos más lujosos y caros del país -el precio de la vivienda en Gangnam es diez veces superior a la media del resto de Corea del Sur- como oficinas y sedes centrales de empresas como Samsung, además de una multitud de centros comerciales, boutiques de lujo, restaurantes y cafés que dan una idea muy certera del poderío económico surcoreano.
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El punto más interesante del distrito es, sin duda, Gangnam Station, uno de los puntos neurálgicos de la ciudad y con un ritmo frenético protagonizado por decenas de miles de personas que, un momento cualquiera, entran y salen de sus transportes, de los comercios, de los salones recreativos, de las librerías y quioscos casi infinitos… Imprescindible perderse un rato por su centro comercial, el Un espectáculo repleto de vida. El centro financiero del distrito -y casi del país- es Teheranno, la avenida que discurre de Gangnam Station hasta la Samseong Station y el COEX, uno de los mejores y más espectaculares centros comeciales no solo de la ciudad, sino del país, con sus más de 150 tiendas, salas de cine, bares y restaurantes… Otra zona muy popular para ir de compras y llenar las maletas de tecnología o complementos son la de Garosugil y la de Cheongdam-dong, donde se concentran las boutiques de las marcas de lujo -desde Cartier Maison a Armani.
¿Para recuperar fuerzas de tanto derroche de estímulos? No será por falta de lugares para comer en Gangnam (ni en el resto de la ciudad), pero si echas de menos la gatronomía occidental, prueba el Nolita Garden (12, Seocho-daero 73-gil, Seocho-gu), donde además de buenos y asequibles platos italianos -pastas, pizzas- y noodles, más tradicionales, las vistas que ofrece -está en la séptima planta de un edificio- del barrio son inolvidables. ¡Buen viaje!
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