Este jueves se servirán las últimas cervezas y los últimos sándwich de jamón york y queso del Palentino, el mítico bar situado en el barrio de Malasaña, en el centro Madrid. El pasado 22 de febrero murió Casto Herreruelo, uno de sus dueños. Este es el motivo, por el que Loli, cuñada de Herreruelo, haya decidido no continuar en solitario con el negocio.
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La valla metálica que abre y cierra el bar (una de las pocas que quedan en la calle pez) no volverá a rechinar más en esta esquina mítica de la capital. A Loli no le queda otra, y si ya estaba pensando en jubilarse, la muerte de su cuñado ha terminado por acelerar su retiro. Además los cuatro hijos de Casto trabajan en otras profesiones y no tienen tiempo para poder ayudarle.
Para la despedida de este mítico bar, Loli no tiene preparado nada: “Bastante despedida van a hacer los chavales jóvenes”, explica a la agencia EFE. Además ha reconocido que muchos de los jóvenes les han pedido que no cerrase, pero la decisión estaba ya tomada, aun así Loli da las gracias por las muestras de cariño recibido.
De hecho el Palentino inspiró a Alex de la Iglesia para su película “El bar”. Contó que una mañana mientras desayunaba en este bar, entró un mendigo dando voces, de muy mal humor y amenazando a los clientes allí presentes. Todos se acobardaron a excepción de Loli, que salió tras la barra, abofeteó al hombre, le dio una copa de aguardiente y lo tranquilizó. Este fue el origen de la película.
Historias, que a buen seguro, habrán vivido cientos y cientos de personas que empezaban la noche de marcha madrileña en este bar. Este jueves se dejarán de escribir y de contar. Malasaña pierde un pulmón, el Palentino no tiene sustituto.
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