Los hay en varios países europeos. Son construcciones de ensueño erguidas hace varios siglos, mucho antes de que Walt Disney inventase su universo encantado que todavía sigue encandilando a millones de niños en todo el mundo. Si buscas el castillo de Disney hecho realidad, sigue leyendo.
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El primero que hay que citar está en Alemania. Es el castillo de Neuschwanstein, una construcción peculiar que inspiró al mismísimo Disney para la creación del castillo de la ‘Bella Durmiente’. Rodeado de un hermoso paisaje, fue construido por decisión del Rey Loco a finales del siglo XIX, en una época en la que castillos y fortalezas ya no eran necesarios. Es el castillo de Disney por excelencia y además, es uno de los destinos turísticos más populares de Alemania.
Abierto al público desde 1886, tan solo unas semanas después de la muerte del rey, el castillo tiene 200 cuartos entre los que destacan la Sala del Trono, con 13 metros de altura, la Sala de los Cantores, el dormitorio del rey y la capilla, en estilo neogótico. Este castillo se halla a 130 kilómetros de Múnich, por lo que resulta ideal para una excursión de un día.
El castillo de Ussé, con sus torres fortificadas y sus pináculos, también parece salido de un dibujo animado de Disney. Dicen que inspiró a Charles Perrault, autor del cuento de hadas ‘La Bella Durmiente’. Fue edificado entre los siglos XV y XVI y todavía sigue habitado.
Es sin duda uno de los castillos más espectaculares del Valle del Loira, en Francia. Considerado como un castillo de Disney, está abierto al público desde febrero a noviembre. Lo mejor de la visita es el mobiliario, los tapices flamencos, la capilla renacentista y los jardines diseñados Le Nôtre.
El castillo de Chillon, localizado en las orillas del lago de Ginebra, cerca de Montreux, en Suiza, es otro de los edificios grandilocuentes que recuerdan a un castillo de Disney. Se remonta al año 1160. En el siglo XV, Jean V de Bueil, un capitán general de Carlos VII, lo compró después convertirse en señor de Ussé, y comenzó a reconstruirlo en la década de 1460. Su hijo, Antoine de Bueil, contrajo matrimonio en 1462 con Juana de Valois, la hija natural de Carlos VII. Dicen que su dote consistió de 40.000 piezas de oro.
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Este castillo también está abierto para visitas turísticas. Además, cabe recordar que inspiró el castillo del príncipe Eric, de la película ‘La Sirenita’, y anteriormente al célebre poeta Lord Byron.
No podíamos cerrar esta reseña de castillos de Disney sin mencionar el Alcázar de Segovia, que sirvió como fortaleza de los Reyes de Castilla. Se alza sobre una roca en la confluencia de los valles del Eresma y el Clamores. La Torre del Homenaje es comparada con la proa de un barco que navega entre los ríos. Para muchos visitantes, el Alcázar de Segovia es como un palacio de un cuento de hadas o incluso como el palacio de la película de Disney ‘Blancanieves y los siete enanitos’.
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