Una de las grandes especialidades del recetario valenciano, la fideuá no se escapa del acalorado debate aunque sí elude el llegar a las manos como en el caso de la paella. Desde su supuesto origen por parte del pescador Zabalo hasta su consagración en el antiguo restaurante Emilio, donde el plato alcanzó cotas de excelencia difíciles de superar, la fideuá continúa teniendo sus fieles y sus restaurantes imprescindibles. Sustituimos por un rato el arroz por el fideo y nos damos una vuelta por los alrededores de Gandía, su lugar de referencia.
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Uno de los mejores baremos para medir la calidad de las fideuás valencianas es el Concurs Internacional Fideuà de Gandia i Gastronomia, evento de enorme tradición que en su última edición (la 42 ya) reconoció al restaurante Boga con el primer premio. Al parecer, el secreto de la fideguá de Emilio Moratal es el potente caldo de roca realizado con el pescado más fresco posible. El Collar de Santa Isabel cuelga de su cuello hasta el año que viene.
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Vaaale, esta fideguá es de Alicante. Horror y pavor. ¡Anatema! Pero es que consideramos conveniente hacer mención al buen hacer de este negocio que en la susodicha edición del certamen consiguió un meritorio tercer puesto. Además, su hotelito hermano, el Palau Verd, también ubicado en la misma zona de Denia, es otro habitual del concurso.
En pleno Parque Natural de la Sierra Calderona, este restaurante es una parada obligada si se quiere satisfacer las ganas de fonda autóctona. Rodeado de naturaleza, el local que regentan Víctor Vicente Navarro (Granero a secas) y su mujer es todo encanto local, un mesón arrocero auténtico en donde la fideuá tiene su hueco privilegiado. En carta, fideuà negra con alcachofas o fideuà de presa ibérica con alcachofas y foie.
El ganador del Concurso Internacional de Fideuá de hace un par de años es destacado por su hacer tradicional y por su gusto por las cosas mimadas al estilo más casero. Amadeo Faus borda los arroces secos y caldosos, así como la fideuá, tanto negra como al más puro estilo de Gandia.
Aquel 2014 fue clave para posicionar definitivamente este restaurante familiar fundado en 1989 y que a principios de siglo amplió su oferta a la de hostal. Ganó el Concurso de Paellas de Sueca -o lo que es lo mismo, cocinó la mejor paella del mundo- y obtuvo el 2º Premio en el concurso de Fideuá de Gandia. Esta proyección llevó al restaurante a abrir un par de Miguel y Juani en Japón para expandir las bondades valencianas al país del sol naciente.
Llevar más de sesenta años cocinando todo tipo de arroces en cualquier versión practicable es la garantía de este restaurante del estany de Cullera. Un paraje perfecto para tomar la carta y abordar una de las mejores fideuás a secas de la comarca. La Valencia de toda la vida.
7. Hotel Los Robles, Playa de Gandía
Por último, destacamos la fideuá ganadora varios años del concurso (entre ellos en 2015) y cuyo responsable es el cocinero Jaime Fuster. De hecho, aprovechó esta victoria para pasear su plato por Pekín como parte de la estrategia de intercambio a iniciativa del certamen. La base de su éxito siempre es un buen caldo, un buen sofrito de verdura y a ser posible pez de roca de Denia.
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