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Curiosidades de las estatuas del Retiro

El Parque del Retiro es uno de los lugares más bonitos de Madrid -y eso que tiene muchos- y también uno de los que más presumen los madrileños -y eso que, según dicen, los madrileños presumimos de muchas cosas-. El Retiro guarda en su interior muchas historias, en minúscula, y mucha Historia, en mayúscula. De unas y de otra hablamos en este artículo sobre diferentes curiosidades de las estatuas del Retiro:

1. El monumento al Ángel Caído

Siempre se dice que Madrid es la única ciudad europea que tiene un monumento público dedicado al diablo, pero en realidad no es así porque también hay representaciones escultóricas del demonio en otras ciudades, como Turín. Lo que sí es cierto es que Madrid tiene más que ninguna otra ciudad porque no tiene una, sino tres: una en Chamberí, otra en un tejado frente al mercado de San Miguel y el monumento al Ángel Caído del Parque del Retiro, la estatua más conocida de las tres que tienen al demonio como protagonista. La fuente del Ángel Caído fue obra del escultor Ricardo Bellver, mientras que el pedestal es de Francisco Jareño. Para añadir inquietud, se dice que la estatua se encuentra a 666 metros de altitud sobre el nivel del mar. Y ya sabemos qué representa ese número…

Monumento al Ángel Caído (wikimedia.org)

2. Monumento a Alfonso XII

El monumento a Alfonso XII junto al estanque del Retiro es el más grande del famoso parque madrileño. Alfonsó XII murió con tan sólo 28 años a causa de la tuberculosis y la regente María Cristina ordenó la construcción de este colosal monumento en su honor que tardó 20 años en completarse. Mariano Benlliure esculpió la estatua ecuestre de uno de los reyes más queridos por los madrileños.

Monumento a Alfonso XII junto al estanque del Retiro (wikimedia.org)

3. Paseo de las Estatuas

El Paseo de la Argentina del Parque del Retiro es conocido como el Paseo de las Estatuas por las estatuas dedicadas a diferentes reyes españoles situadas a uno y otro lado del paseo. Fernando VI ordenó la realización de estas esculturas pensadas para adornar la cornisa del Palacio Real, pero se dice que Isabel de Farnesio tenía pesadillas con las estatuas al soñar que se le caían encima. Esa sería la razón por la que, en vez de formar parte del Palacio Real, las estatuas de distribuyeron en varios puntos, como esta parte del Parque del Retiro.

Paseo de las Estatuas del Retiro (wikimedia.org)

4. Estatua de Benito Pérez Galdós

El escultor Victorio Macho esculpió la estatua dedicada al importante escritor Benito Pérez Galdós que se encuentra en la pequeña glorieta del mismo nombre en el Parque del Retiro. La escultura representa al escritor nacido en Las Palmas con los ojos cerrados y con una manta sobre las piernas porque en los últimos años de su vida, Pérez Galdós había perdido la vista y la movilidad de cintura para abajo. Hay una anécdota curiosa del día en que se inauguró la estatua protagonizada por el sobrino del escritor, que se dejó olvidada en casa la invitación al evento y al ser preguntado por los guardias que vigilaban el acceso a las autoridades, pidió que le dejaran pasar con una curiosa frase: “¡Soy el sobrino de la estatua!”.

Monumento dedicado a Benito Pérez Galdós (wikimedia.org)

5. Las estatua más antiguas y las estatuas más nuevas del Retiro

Puede que las estatuas más antiguas del Parque del Retiro sean el León de Nemea y la Hidra de Lerma, cuyo origen se remonta a mediados del siglo XVII. Eso sí, no se realizaron para El Retiro sino para el antiguo Alcázar antes de pasar a los jardines de Cecilio Rodríguez. Y si nos fijamos en las estatuas más recientes del parque, destaca la estatua dedicada al famoso dibujante y escritor Antonio Mingote que fue inaugurada en 2014, dos años y medio después de su muerte, y realizada por la escultora Alicia Huertas.