Muchas personas piden préstamos para pagar sus viajes. Al fin y al cabo, es una forma de dividir el pago en varias partes más pequeñas, aunque sea a cambio de pagar un poco más por los intereses. Pero en ocasiones te puedes ver en la tesitura de no saber si es conveniente que solicites el préstamo o no. Lógicamente no podemos darte una respuesta válida para todos los casos, pero sí algunas claves que puedes considerar a la hora de tomar la decisión:
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Por lo general si preparas los viajes con anticipación se pueden conseguir buenos precios, pero también es verdad que en las temporadas en que se suele viajar, Navidad y verano, muchos trabajadores reciben su paga extra y esto es lo que les permite afrontar los gastos, por lo que cuando aparece una oferta fuera de esas fechas, no todo el mundo puede permitirse abonarla.
Si encuentras una oferta y te planteas pedir un préstamo, puedes comparar el dinero que ahorras con la oferta con el dinero que pagarás en intereses. Suele ser una buena forma de ver si te merecería la pena. También es importante tener en cuenta si dicha oferta cuenta con alguna política de devolución a la que podamos acudir en caso de que finalmente pase algún imprevisto que haga que no podamos efectuar el viaje. Si se te dan bien las matemáticas, puedes estimar la esperanza de cada situación: Probabilidad de que vayas de viaje x dinero pagado + probabilidad de que no vayas x dinero perdido. Si haces esta suma primero con el precio que tendrías si usases la oferta y luego con el precio que tendría si no la usases, podrás ver si te merece la pena pedir el préstamo.
A veces, asegurarte una plaza en un concierto o cualquier complejo de ocio con entrada puede hacer que te merezca la pena solicitar financiación. Para valorarlo mejor, piensa que es como si el dinero de los intereses fuese una fianza a cambio de asegurar tu entrada. Así podrás tomar una mejor decisión.
Si tus dudas vienen porque dudas si serás capaz de devolver el préstamo cuando llegue la fecha límite, seguramente lo mejor es que no lo solicites, ya que cualquier pequeño impago te puede traer muchas complicaciones.
Las entidades financieras suelen considerar que pagar deudas mensualmente por un valor superior al 30 % de tu nómina es excesivo y es una cantidad que quizá puedas tomar como referencia, aunque no deja de ser una generalización y dependerá de tu situación personal.
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El comparador de préstamos online Matchbanker, que también gestiona el portal finlandés Matchbanker.fi, recomienda ser prudente con la financiación, pero sin llegar a tenerla miedo. Pedir un préstamo debe ser una decisión responsable que no tiene por qué ser difícil si se hace el pequeño esfuerzo de comparar los ingresos y gastos mensuales. En la gran mayoría de los casos, ambas son cantidades regulares que varían poco cada mes, por lo que hacerse una idea de si se podrá afrontar el pago del préstamo, no es realmente difícil. Muchas veces, el problema es que el consumidor no se para realmente a reflexionar y no hace las cuentas en un papel o en el ordenador en un Excel. En realidad, si por no pedir un préstamo, perdemos una oferta que nos ahorraría más dinero del que gastaríamos en intereses de un viaje que estamos seguros que vamos a hacer pase lo que pase, estaríamos tomando una mala decisión financiera.
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