Conoce la misteriosa Isla de Chiloé (sur de Chile)

Chiloé es una de las islas más características del sur de Chile, que esconde mitos, leyendas y un paisaje espectacular donde el turismo de aventura como el familiar se funden en un todo.

Menos conocida que la Isla de Pascua, pero no menos interesante, la Isla Grande de Chiloé (un territorio de 250 km de longitud por 50 km de ancho) está situada a mil kilómetros al sur de la capital, Santiago, y fue el lugar donde se refugiaron los últimos conquistadores españoles del fin del mundo. Ahora es una zona con un sello cultural y gastronómico propio, que esconde historias de brujos y hechiceros. ¿Os apuntáis a este misterioso viaje?

Ancud, Castro y Quellón son las principales ciudades de Chiloé (que en la lengua mapuche significa lugar de las gaviotas). La puerta de entrada a la misteriosa isla es Ancud, pueblo al cual se accede en ferry desde la caleta de Pargua, cerca de Puerto Montt.

Para conocer la historia de Ancud podéis dirigiros al Museo Regional donde dejan a vuestra disposición varios archivos que os explicarán como se construyó el pueblo, sus habitantes originarios y los terremotos que han asolado a la región. El pueblo es escantador, tranquilo y pequeño por lo que os dará tiempo para ver y cotizar la artesanía local como ponchos, chalecos, gorros de lanas, etc.

Luego, caminando 1 km desde el centro hacia el mar encontraréis ‘El Fuerte San Antonio’ que aún conserva intacto los cañones que trajeron a la zona los españoles a principios del siglo XIX. Además, desde su mirador podréis ver el puerto y el Pacífico. Ancud también tiene una fauna marina impresionante: lobos marinos y toninas (delfines de agua fría).

En Ancud se vive del mar como en toda la isla, y es reconocida por tener una cocina original donde los mariscos grandes y exóticos son el plato fuerte. Por ejemplo, los restaurantes de la zona ofrecen la famosa y exquisita ‘Paila Marina’, que es un plato típico chileno que se sirve en un recipiente de barro y que contiene varios tipos de pescados y mariscos cocidos como almejas, erizos, navajas, cangrejos, etc .

El siguiente pueblo que destaca en Chiloé es Castro. Aquí alucinaráis cuando veáis las casas tradicionales de los pescadores conocidas porpularmente como palafitos: construcciones de madera pintadas de varios colores que se sostienen sobre pilotes en las aguas. Estas casas tienen una puerta que da a la calle y otra hacia el mar, justo donde el dueño deja su bote. Si bien en la actualidad muchas de las construcciones están deshabitadas y abandonadas, en la calle Ernesto Riquelme se han renovados varias de ellas y las han transformado en cafés, restaurantes, tiendas de regalos, bed & breakfast u hostales.

Tras un extenso recorrido por las calles de Castro podéis seguir vuestro camino hacia el Parque Nacional Chiloé donde se resguarda a distintas especies en peligro de extinción como el zorro chilote o zorro de darwin, el monito del monte de Chiloé, el ratón topo de Chiloé, la nutria marina, entre otros. El parque tiene senderos para realizar trekking, kayak y disfrutar de las playas solitarias que hay en el sector. El horario para visitarlo es de 9:00 A 17:30 hrs y la entrada tiene un coste de 3€. Niños gratis.

A 25 km de Castro, en el litoral interior, se encuentra Dalcahue. En el pueblo hay 4 de las 16 iglesias coloniales que fueron construidas de madera por toda la isla entre los siglos XVIII y XIX. Sin duda, uno de sus principales atractivos es la Iglesia Nuestra Señora de Los Dolores.

No olvidaros, antes de abandonar Dalcahue, de preguntar por los mitos y leyendas populares de los chilotes. Uno de los personajes más populares de esta mitología es el “Trauko”, un humanoide de aspecto desagradable que merodea los bosques de Chiloé dejando embarazadas a las jovencitas chilotas. Preguntad también por el barco fantasma Caleuche o por la hermosa sirena llamada Pincoya.

Casi en el extremo sur de la isla de Chiloé está el pueblo de Quellón, reconocido lugar para realizar actividades de turismo de aventura o ecológico porque en sus tierras nace el Parque privado Tantauco.

Tantauco es un lugar ideal para el practicar trekking, kayak o mountainbike entre alerces, arrayanes y cipreses ya que tiene una superficie privada de 118 mil hectáreas protegidas. Los senderos pueden alcanzar hasta 9 días de recorridos.

Las tierras del parque, compradas por el ex Presidente de Chile Sebastián Piñera, cada año reciben a miles de turistas atraídos por sus selvas templadas y ríos salvajes. Además, Tantauco es el hogar de delicadas especies en peligro de extinción como el Pudú, la ranita de Darwin, el zorro chilote y la ballena azul. La entrada tiene un coste de 7€ y se puede acampar por 30€.

Finalmente, no habréis conocido el Chiloé profundo si no compartís un Curanto con los lugareños que son muy amables. Este es un ritual milenario gastronómico en que se cocinan mariscos y carnes sobre piedras calientes y bajo tierra, todo acompañado de milcao y chapaleles que son masas de patata chilota.

Si os decidís a ir a Chiloé, un consejo: llevad ropa para el calor, frío y lluvia porque es una zona climática que cambia constantemente, incluso varias veces al día.
ÚNETE AHORA