Ámsterdam es una de las ciudades más interesantes y excitantes de Europa. Si quieres saber qué hacer en Ámsterdam en 3 días, no dejes de leer esta guía. Así podrás coger los billetes para los vuelos y programar tu visita a la capital de los Países Bajos y sacarle el máximo provecho.
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Un buen lugar para comenzar tu periplo por la ciudad de los canales es la Plaza Dam. Necesitarás entre dos y tres horas para recorrer los puntos principales del centro histórico. No dejes de acercarte al obelisco de esta plaza, un monumento dedicado a los caídos en la Segunda Guerra Mundial.
También puedes echar un vistazo al Museo de Madame Tussaud y a la Iglesia Nueva o Nieuwekerk. Ya por la tarde no precisas ni preguntarte qué hacer en Ámsterdam. Puedes dar una vuelta por el famosísimo Barrio Rojo, la zona donde las prostitutas muestran sus encantos desde los escaparates las 24 horas del día. Recuerda que está terminantemente prohibido hacer fotos. En esta área también encontrarás la mayoría de coffee-shops de la ciudad, por si quieres probar algún tipo de hierba de forma legal y segura.
¿Qué hacer en Ámsterdam en tu segundo día? Ir a ver los molinos. Los encontrarás en Zaanse Schans, un pueblo contiguo. No es una mala idea planificar el día visitando los otros locales de la región, como Edam, Marken y Volendamm.
Edam es conocido por los quesos de bola que llevan el mismo nombre. Allí podrás visitar los almacenes de queso que se remontan al siglo XVIII. Los otros pueblos también merecen una visita rápida, sobre todo si vas en coche. Además, en esta misma región encontrarás muchos campos de tulipanes en los que podrás sacar los mejore selfies del año.
Si todavía no tienes claro qué hacer en Ámsterdam el tercer día, deberías plantearte conocer el Museumplein, el barrio de los museos. El Rijksmuseum es el mayor museo de Holanda. También es muy concurrido el Museo de Van Gogh, donde podrás ver algunas de las principales obras del pintor, que vivió parte de su vida en Francia. Es probable que en un solo día no consigas entrar también al Museo del Diamante y al Stedelijk Museum, pero vale la pena conocerlos por lo menos por fuera.
Por la tarde puedes dar una vuelta por el Jordaan, el barrio obrero del siglo XVII, hoy reconvertido en un reducto de artistas. No puedes dejar la ciudad sin haber visto la Casa de Anna Frank, la niña judía que vivió escondida con su familia durante la Segunda Guerra Mundial para huir de la represión nazi. Fue aquí donde escribió su famoso libro.
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