A caballo entre la meseta castellana y Asturias y Galicia, la provincia de León es una de las más desconocidas de España. Pero nosotros estamos para solucionarlo y proponerte ocho enclaves que visitar. Arquitectura, historia, fe, vida y gastronomía se entremezclan en nuestras propuestas. Ideal para escaparte un fin de semana y desconectar.
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La capital del Bierzo es la segunda ciudad más importante de la provincia tras la capital, León. Tiene más de 65.000 habitantes lo que como podréis suponer, hace que el municipio tenga muchísima vida. No te pierdas su castillo de los Templarios, su casco urbano (con la Torre del Reloj) y la muralla medieval.
Tras Barcelona, Astorga es la ciudad del Modernismo y de Gaudí gracias en parte a su Palacio Episcopal, una maravilla arquitectónica. Pero al margen de ello, la catedral y las ruinas romanas son también parte de su atractivo.
Además del Bierzo, la comarca más conocida de León es la Maragatería. Su centro neurálgico es este municipio donde el tiempo parece haberse detenido cuando paseamos por sus calles. Y cómo no, allí podemos degustar un buen cocido maragato.
Se trata de un encantador pequeño pueblecito de León de corte medieval, que además forma parte del Camino de Santiago francés, lo que le da una gran vida. Pero no hace falta hacer el Camino para tener una excusa para visitarlo.
Un pueblo histórico de León donde los haya. Su esplendor se dio en el siglo XII de esa época guarda todo su aroma medieval. Pero Sahagún ha tenido también mucho que decir en el siglo XX pues ostenta el título de ‘Muy Ejemplar Ciudad‘ con motivo de ser la primera localidad civil en proclamar la República en la madrugada del 14 de Abril de 1931.
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Si tuviéramos que dibujar un pueblo típico leonés, este podría ser Villafranca del Bierzo. Como indica su ‘apellido’ se encuentra en la comarca berciana y es además lugar de paso peregrino, pues forma parte del Camino de Santiago.
Ser un municipio pequeño no te exime de tener un tesoro arquitectónico. El de Peñalba de Santiago es su iglesia mozárabe, alrededor de la que se configuran las calles del pueblo, de aires medievales.
Si Peñalba se ‘articulaba’ alrededor de su iglesia, Grajal de Campos lo hace sobre su castillo, una auténtica fortaleza medieval declarada Monumento Histórico-Artístico desde 1931. Una oportunidad única para trasladarte al medievo sin salir de León.
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