Euskadi tiene mucho que ofrecer a turistas tanto nacionales como extranjeros. Importantes museos, ciudades hermosas y una gastronomía refinada son algunos de sus puntos fuertes. Sin embargo, hay un universo por explorar en su litoral. Estos son los pueblos costeros más bonitos del País Vasco.
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Esta villa marinera conserva el espíritu pesquero tradicional. Su casco urbano es merecedor de una visita. Bermeo cuenta con una animada villa callejera y con excelentes restaurantes. Es uno de los pueblos costeros del País Vasco que no puedes dejar de lado.
Ubicado en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, este pueblo pintoresco es una meca para los surfistas porque posee una de las olas de izquierda más largas del mundo. Además de esta atracción natural, Mundaka tiene varios puntos turísticos como su bonito puerto, la ermita de Santa Catalina y la iglesia de Santa María. Es uno de los pueblos costeros imprescindibles del País Vasco.
Esta localidad guipuzcoana tiene una maravillosa playa y un interesante casco histórico. Su gastronomía tiene mucha fama dentro y fuera del País Vasco, así que seguro que en este destino vas a comer bien. Aquí por ejemplo se encuentra el Hotel Restaurante Karlos Arguiñano, uno de los cocineros más famosos de España. Muchos de los turistas que acuden a Zarautz son aficionados al surf. No dejes de conocer su playa, que se extiende a lo largo de 2,5 km. entre los acantilados de Mollarri y Santa Bárbara.
Es otro de los pueblos costeros más interesantes del País Vasco. Esta población pesquera fue cuna de ilustres personajes, como Cristóbal Balenciaga o Juan Sebastián Elcano. En la villa hay varias casas medievales y un bonito paseo que va hasta el faro y el puerto. Vale la pena acercarse al Ratón de Getaria, una pequeña península que finaliza en el monte de San Antón.
Está situado en la ladera este del cabo Ogoño, en la provincia de Vizcaya. Es considerado uno de los pueblos costeros más pintorescos del País Vasco. Su calles empinadas conducen a un pequeño puerto, en el que se concentra la actividad pesquera. Cabe mencionar la iglesia parroquial de Nicolás de Bari, construida gracias a las donaciones de los pescadores.
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Se encuentra en un extremo del Golfo de Vizcaya y ofrece de todo, desde importantes joyas góticas hasta amplias playas, donde hay varios restaurantes excelentes. Muy famosa es la isla de San Nicolás, a la que se puede acceder a pie cuando baja la marea. Es uno de los pueblos costeros más bonitos del País Vasco.
Conocido en castellano como Fuenterrabía, esta localidad posee una amplia tradición marinera. Su casco histórico amurallado está lleno de elegantes edificios señoriales y ha sido declarado Monumento Histórico Artístico. No dejes de conocer la Plaza de Armas, donde se encuentra el Castillo del emperador Carlos V, hoy sede de un Parador de Turismo.
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