Los europeos sienten miedo o asco a los insectos. Sin embargo, en muchos países asiáticos y latinoamericanos son considerados un manjar exquisito. Estos son los insectos comestibles que puedes zamparte en un apuro.
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Estas diminutas hormigas son consideradas un delicioso aperitivo en Colombia. Su sabor recuerda a los cacahuetes. A estos insectos comestibles se le atribuyen cualidades afrodisíacas y analgésicas. También se cree que otorgan longevidad si se consumen vivas, después de cortarles las patas, las alas y el pico.
Es un gusano típico del Amazonas, que crece en la parte central de los árboles de aguaje. Tiene un aspecto blanco y presenta unas tenazas en la cabeza, que utiliza para comer la pulpa del árbol en el que vive. Para los lugareños estos insectos comestibles son un auténtico manjar. Los pueblos indígenas comen la larva del suri directamente del árbol o las asan.
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Son considerados una delicatessen en Tailandia, donde se suelen servir como aperitivo. Los grillos, al igual que otros insectos, contienen una cantidad de vitaminas y minerales muy superiores a la carne de vaca y de pollo. Deberías probar estos insectos comestibles si viajas a Tailandia.
Estos saltamontes son un plato común en todos los estados del centro y del sureste del país, desde Oaxaca hasta Morelos. Se suelen preparar tostados o guisados con diferentes salsas. Su sabor recuerda al chicharrón. En algunos lugares cocinan estos insectos comestibles con dientes de ajo, un poco de cebolla y unas gotitas de limón.
Este escarabajo es muy consumido en el África subsahariana. Los nutricionistas aseguran que estos insectos comestibles están entre los más nutritivos del mundo. Contienen muchas proteínas y vitaminas A y E. Su aportación nutritiva se compara a la de la leche y de las legumbres.
Tanto en México como en Tailandia se come el alacrán. En la ciudad mexicana de Durango los fríen o los preparan con mantequilla. Muchos comparan el sabor de estos insectos comestibles al del pollo.
Es considerado el caviar mexicano. Son larvas de hormiga muy apreciadas desde los tiempos prehispánicos. En aquel entonces formaban parte de la alimentación diaria de los habitantes de Mesoamérica. Hoy todavía se preparan en los estados de Guanajuato, Hidalgo, Puebla y Tlaxcala. Su sabor es ligeramente dulce.
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