Pasar la última noche del año en un salón de gala de hotel es una tradición como un piano de cola… De esos que suelen amenizar las cenas antes de las uvas. A estas alturas nos puede parecer una costumbre algo rancia: unos señores que no se conocen de nada vestidos de etiqueta compartiendo mesa y mantel en plan boda con el matasuegras en una mano y el gorrito de Papa Noel amenazando ser utilizado conforme la noche se desmadre. Por eso intentamos descubriros algunas fiestas de Fin de Año diferentes, con sus correspondientes cotillones. Esto es, con su correspondiente fiestones.
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LUJO URBANO
1. The Westin Palace Madrid (Madrid)
Empezamos fuerte. En el hotel más clásico, en el más lujoso, en el más hotel de todos, podéis atreveros con la Gala de Fin de Año bajo la gran cúpula de cristal. Una fiesta a ritmo de orquesta, una cena única con menú confeccionado por el gran Toño Pérez –dos estrellas Michelin en el restaurante de su hotel Atrio de Cáceres- y regado por vinos de Marqués de Riscal, para dar paso después a las uvas de la suerte y la fiesta amenizada nada menos que por Fernandisco. Si pasáis de dejaros –ejem- unos 545 euros por persona, siempre podéis llegar únicamente a la Fiesta de Nochevieja, con champán y barra libre por “apenas” 220 euros por persona. Una noche es una noche… Y en el Palace no se olvida.
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FIESSSTA
2. Wonderwall Music Resort (Gandía, Valencia)
Un plan un poquito diferente al anterior. Si el Palace os parece demasiado encorsetado y lo que os apetece es un poco más de desmadre, tenéis la opción de una Nochevieja más temática o, mejor dicho, una Nochevieja en un hotel temático. Se trata de un hotel festivalero, un resort dedicado a la organización de fiestas y celebraciones a ritmo de dj’s. Para empezar 2015 con las pulsaciones disparadas, Wonderwall deja en manos de Supermartxé (publicitada como «la mejor fiesta del mundo») el programa de Fin de Año: dos ambientes con música distinta, cena, zona VIP, animación por parte de la agencia Most Wanted, alojamiento con desayuno (ambas cosas opcionales) y barra libre (obligatoria). Además, fletan autobuses con paradas en Gandía y la playa. ¡Frenético!
CON NIÑOS
3. Albayzín del Mar (Almuñécar, Granada)
Como cada año, este hotel de playa para toda la familia se engalana para su oferta de Gran Cena de Gala más Fiesta Cotillón. El plan lleva tiempo seduciendo a un montón de padres que no renuncian a darse un capricho sin olvidarse a sus peques en casa. El programa incluye, por 495 euros, dos noches de alojamiento en suite de 2 o 3 dormitorios –con ocupación máxima de seis adultos-, desayuno, cena de gala y cotillón con barra libre. Los niños menores de 14 años no pagan. Bueno, ni sus padres por ellos tampoco. Mientras los adultos bailan reggaetón los chavales hablan de sus cosas en el mini-club abierto hasta las seis de la mañana. ¿O era al revés?
ORIGINAL
¿Todavía no habéis oído hablar de las cenas cantadas de El Café de La Ópera? Los huéspedes del hotel Ópera y del hotel Meninas seguro que sí. Desde hace más de quince años, una compañía de futuras figuras líricas ameniza las veladas a golpe de arias, dúos y romanzas. Mientras los solomillos y las tartas de fin de año desfilan por las mesas, estos singulares camareros hacen que la zarzuela y la ópera se adueñen del ambiente hasta el brindis final. Ah, en Reyes también se canta y a mucho mejor precio.
AL CAMPO CON AMIGOS
5. La Posada del Chano (Posada de Besullo, Asturias)
Si vuestra intención es huir del mundanal ruido y montaros un cotillón homemade con amigos, estáis a tiempo de pinchar en Toprural y localizar todo tipo de alojamientos campestres: apartamentos, bungalós, cabañas, albergues… A nosotros nos había encantado la masía de Mas de Les Forques, en el Maestrazgo, pero ya ha sido ocupada. Por lo tanto, nos decantamos por otra de las mejor valoradas, una casa de aldea rehabilitada muy cerca de Cangas del Narcea que puede ser alquilada en su totalidad para una ocupación de 15 personas. Si pasáis en ella la Nochevieja, la quinta noche os sale a mitad de precio.
AL EXTRANJERO
6. Porto Bay Rio Internacional (Rio de Janeiro, Brasil)
Podríamos coger nuestro jet privado y poner rumbo a Nevada para pasar la última noche del año en Sin City. Ah, Las Vegas, siempre Las Vegas. Pero al final nos arrepentimos y nos decantamos por otra cita imprescindible del bon vivant: contemplar los fuegos artificiales sobre la playa de Copacabana desde la terraza panorámica de este hotelazo que ya se prepara también para el carnaval. Menuda fiesta se avecina. ¡Feliz 2015!
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