Tailandia ha pasado en muy poco tiempo a ser un destino turístico de primer orden. El país entero supone un atractivo para entrar en contacto con el Sudeste Asiático. Pero son sus playas y, en especial, sus islas del Golfo de Tailandia y del Mar de Andamán las que concentran más cantidad de visitantes. Las 4 islas Phi Phi, junto con Krabi y Phuket e incluso tras haber sufrido la devastación del tsunami de 2004, siguen siendo las más sobreexplotadas. Sin embargo, merece la pena conocer algunos de las curiosidades que definen las islas Phi Phi. Aunque sea antes del gran desastre ecológico que se cierne sobre ellas. Y bueno, si vais, feliz Full Moon Party en Ton Sai.
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1. La gran paradoja de La playa
Hubo un antes y un después del célebre rodaje de la película La playa, dirigida en el año 2000 por Danny Boyle y con la estrella de Leonardo di Caprio, en plan fumeta, brillando como un efebo en el paraíso. Los preparativos incluyeron algunas modificaciones de Maya Bay, aunque lo gordo fue las consecuencias. El enclave se puso de moda y el mensaje ecologista que se lanzaba en la peli no sólo se diluyó sino que se volvió en contra. La bahía de Maya, allí donde según la leyenda una mujer se ahogó entre los corales ya casi extintos, nunca fue ya la misma.
2. Cueva de vikingos y golondrinas
En esa misma isla de Koh Phi Phi Leh, la segunda en tamaño, está llena de cuevas en las paredes de los acantilados de piedra caliza. La más famosa es la Cueva del Vikingo, donde sus pinturas supuestamente tienen origen vikingo y los lugareños siguen acumulando nidos de golondrinas.
3. Paseo sin motor
Aunque la masificación del turismo amenaza el equilibrio medioambiental, en la islas Phi Phi no hay coches ni motos. En el interior hay que moverse en bicicleta y es el incesante sonido de sus bocinas lo que más se oye. Lo malo, claro, son la gran cantidad de embarcaciones que atracan sin parar, algo que no ayuda a descontaminar las aguas. La basura procedente de las discotecas tampoco ayuda.
4. Baño tranquilo
No nos engañemos, salirse de la marabunta en las Phi Phi no es sencillo. Pero al menos las dos islas más pequeñas, Bamboo Island (la única sin piedra caliza) y Mosquito Island, pueden deparar un baño más placentero alejado del gentío agolpado en las postales principales.
5. Salir tatuado
Hace tiempo no sería un buen negocio, pero hoy en día lo difícil es ver a alguien con la piel sin profanar. En las islas Phi Phi se practica el arte del tatuaje con bambú y el turista no se corta, aunque en la mayoría de los locales las condiciones de higiene no son las más idóneas. Esta técnica, sin apenas sangrado ni supuración, permite al tatuado bañarse y tomar el sol al día siguiente.
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