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1. El dialecto murciano
Claro que en Murcia se habla español, como en todas partes de España y parte del extranjero, pero la riqueza del idioma incluye singularidades por todo el territorio peninsular. Y murcia no iba a ser menos. El dialecto murciano está enmarcado en lo que se llama castellano meridional. Y ha tenido influencia suficiente como para que la Real Academia de la Lengua Española haya incluido en su diccionario más de 400 murcianismos. Por otra parte, en la Huerta de Murcia se habla Panocho, aunque su origen es objeto de controversia aún hoy.
2. Lanzamiento de hueso de oliva: ¿Disciplina olímpica?
Esta joven fiesta del pueblo de Cieza comenzó en 1995 promovida por la Asociación de Amigos de las Oliveras y veinte años después ya reúne a más de 20.000 personas. Consiste en lanzar huesos de aceituna con la boca y sin lo que ellos llaman “canute”. Pero parece que esto no es tan nuevo como pueda parecer, ya que en las cuevas del barranco de los Grajos y la Serreta se encuentran los primeros vestigios de esta tradición. Pertenecientes al Paleolítico y al Neolítico, dichas pinturas rupestres muestran a un grupo de hombres practicando este tipo de lanzamientos.
Cuentan que un griego llamado Bartolopoulus vio las pinturas en el 776 A.C. y a su vuelta a la Antigua Grecia propuso esta disciplina para los juegos organizados en Olimpia. Su idea fue superada por la del lanzamiento de disco que todos conocemos.
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3. Playa la Galera
Murcia puede presumir de tener una playas fabulosas pero, entre ellas, la playa de La Galera, en Águilas, es quizá una de las más singulares debido al color oscuro de su arena y el paisaje que la acompaña. Este rasgo característico podría hacer pensar que te encuentras en una zona volcánica pero nada más lejos de la realidad. Se trata de un paraje casi virgen -es zona protegida-, de muy baja ocupación, y al que se accede por un sendero natural.
Además, es uno de los sitios más recomendados para hacer snorkel.
4. Baños árabes
Un poco más y no podemos decir que Murcia tenga baños árabes. Los siglos y la manía española de construir sobre cualquier tipo de edificio que recordara en algo al paso de los musulmanes por la Península, han hecho estragos también en esta ciudad. Con una localización privilegiada en el Mediterráneo, los musulmanes se asentaron y son en gran parte culpables de la riqueza agrícola de la conocida Huerta Murciana. Por suerte, los baños árabes, sobre los que se construyó una casa de vecinos y que era especialmente bonita, finalmente han sido declarados Bien de Interés Cultural. El proyecto de construcción de un aparcamiento subterráneo que en 2009 amenazaba con destruir sus restos, por suerte, se quedó en eso, un proyecto.
5. Flamencos en Murcia
No, no son de los que te tocan las palmas y cantan por soleás. Son flamencos rosas los que habitan en Parque Regional de las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar, en Murcia. La singularidad de este espacio natural ha sido premiado además con su inclusión en una exclusiva lista de Parques Naturales de Europa, la red conocida como Migratory Birds for People (MBP). En España contamos con cuatro incluyendo el murciano. Los otros tres son el de Doñana, el de Aiguamolls del Ampurdán y el del Delta de Ebro. El objeto de estos centros MBP es el estudio de aves acuáticas.
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