Hay lugares en el mundo en los que parece que se ha parado el tiempo, y es que existen ciudades que conservan su más pura esencia hasta día de hoy. De hecho, este podría ser un factor determinante a la hora de decantarnos por visitar un país u otro, ya que aquellos turistas aferrados al pasado encuentran de lo más exótico viajar en el tiempo y sentir la inherencia de las ciudades a cada paso que dan.
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La Ciudad Eterna o un museo hecho ciudad. Desde sus orígenes, Roma estaba destinada a durar para siempre, y es que esta ciudad es, literalmente, un museo en sí. Pero no son sólo sus monumentos los que hacen de la capital italiana un lugar atemporal, ya que muchas de sus callejuelas, edificios y comercios se mantienen como los vimos en Vacaciones en Roma, protagonizada por Audrey Hepburn y Gregory Peck. Si lo que buscas es esa sensación de viajar en el tiempo, no dejes de visitar Trastevere, el barrio con más encanto y magia de la ciudad.
Así como Londres puede presumir de ser una de las ciudades más sorprendentes e innovadoras del mundo, también es conocida por su gusto conservador que envuelve al turista y lo traslada a una atmósfera vintage. No pasa desapercibido el curioso Camden Town, un barrio laberíntico al que cualquier fan del rock alternativo no debería dejar de ir (aunque es una visita obligada para cualquier turista). Asimismo, Notting Hill, un barrio literalmente de película, podría enamorarte con su bullicio y sus típicas casas coloridas que preservan la esencia londinense.
Nápoles es una mezcla de arte, cultura, música, gastronomía y pasión. Así lo muestran sus calles, las cuales aún reflejan los vestigios del pasado con sus características callejuelas estrechas, sus edificios desgastados, sus históricos comercios, sus coloridos balcones unidos entre sí por ropa tendida… Sin duda, Nápoles es el destino ideal para viajar al pasado y, aunque cualquier zona podría trasladarte, el Quartieri Spagnoli, el barrio más ilustre de la ciudad, trae a la memoria el alma napolitana. Por supuesto, no pasa por alto, en este sentido, la Via dei Tribunali, una alargada calle en la que encontrarás las pizzerías con más historia de la ciudad.
En la capital portuguesa puede verse a simple vista que la vanguardia va de la mano con la tradición. Y es que esta ciudad mantiene con entusiasmo su esencia e invita al viajero a perderse por sus empinadas calles en zig-zag, adornadas de los antiguos tranvías que recorren la capital de punta a punta. Un barrio emblemático y de los más tradicionales es Alfama, que está situado en el pleno corazón de la ciudad y que mantiene viva la esencia portuguesa.
No te pierdas estas fantásticas ciudades pero sí piérdete en ellas. Descúbrelas y siente que el tiempo se ha paralizado. Porque, a fin de cuentas, viajar es eso, que los días pasen y que tengas la sensación de que los relojes no existen.
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He estado en los cuatro sitios y no sabría decir cual es mejor, cadauno tiene su encanto.Lo principal es viajar, cuando nos dejaran?....esperemos sea pronto.