En España podemos encontrar muchos restos romanos que nos ayudan a comprender cómo era la vida en la antigua Hispania. Tarragona y Mérida son algunos de los lugares más representativos, pero en esta ocasión vamos a fijarnos en otros conjuntos arqueológicos para aproximarnos al modo de vida de los asentamientos: las villas romanas.
Publicidad
Las villas eran casas situadas en la periferia de las ciudades y podían ser rústicas (dedicadas a la agricultura o la ganadería) o urbanas (construcciones de lujo que daban muestra de la riqueza de sus propietarios). La villa romana de El Ruedo tenía un uso mixto. Por un lado, tenía una parte lujosa en la que residían los propietarios; por otro, una zona destinada al uso agrícola.
Esta lujosa villa romana, situada entre Almenara de Adaja y Puras, conserva muchos de los mosaicos con que se pavimentaron sus estancias. Declarada Bien de Interés Cultural, la villa contaba con complejos sistemas de calefacción y bañeras.
Publicidad
El museo permite contemplar los restos arqueológicos de esta construcción señorial del siglo IV y recrea mediante una audioguía las dependencias originales de la villa.
Descubierta en 1968, la villa romana de La Olmeda tenía su propio ‘spa’ en el siglo IV. Contaba con sus propias termas y disponía de una piscina, además de destacar por la riqueza de sus mosaicos.
Los mosaicos también son protagonistas de esta villa hispano-romana que podemos encontrar a unos 3 kilómetros de Puente Genil. Los mosaicos eran una demostración de la riqueza de los propietarios y en su complicada elaboración participaban muchas manos.
Las interpretaciones sobre la finalidad de esta construcción son muy diversas, desde su uso como mausoleo en el que podría haberse enterrado alguna personalidad, como el emperador Constantino, hasta un campamento militar en el que se alojaban mandos importantes.
El asentamiento arqueológico de Bruñel, que sufrió diferentes reformas entre los siglos II y IV, fue descubierto por casualidad en 1965 mientras se realizaban tareas agrícolas en el lugar.
El Parque Arqueológico de Carranque conserva la basílica, un pequeño edificio llamado El Nínfeo, la villa romana de Materno, dos molinos y parte de la infraestructura original de conducción del agua.
Las características de esta villa romana descubierta en 1961 invitan a pensar que se trataba de la mansión de un rico propietario que vivía en ella junto a su familia y sus esclavos. Los baños se dividían en tres zonas (caliente, tibia y fría) y estaban junto a la cocina para aprovechar el calor de los hornos. Al lado de los baños estaban las letrinas, que disponían de lavabo.
Es conocida como Villa de las Musas por el mosaico romano del mismo nombre que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional, aunque se puede contemplar una réplica en su lugar original.
Al planificar un viaje, uno de los aspectos más subestimados es el tiempo. Aunque crear…
La Navidad es ese momento del año donde hay que estrujarse el cerebro. Hay mucha…
El 5 de diciembre, un avión de Air China pasó por un aterrizaje tenso en…
La capital española es una de las ciudades que más sale a relucir durante las…
Una joven turista china experimentó un incidente alarmante en Sri Lanka al caer de un…
A pocos kilómetros de El Escorial, en la Comunidad de Madrid, se encuentran algunos de…
View Comments
Me ha servido de mucha gracias