El miedo es libre. Mientras las ciudades esconden sus propias sombras, fuera de ellas la amenaza paranormal se reconcentra durante siglos en pueblos fantasma. Con más o menos fundamento, acumulan historias de mucho yuyu que alimentan el turismo de la ruina encantada. La valentía se la dejamos a otros, a vosotros mismos ya que os incitamos a adentraros en estos pueblos poco hospitalarios.
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1. Ochate, España
Santuario de la parapsicología, Ochate es la “puerta secreta o del ruido”, según se traduce del euskera. Este pueblo del Condado de Treviño, reducido a la ruina desde que se abandonara a mediados del siglo XIX y con la torre de San Miguel como superviviente único, fue en su momento escenario de epidemias y de hechos luctuosos más que extraños. Con el tiempo, la rumorología alimentó la leyenda de sus fantasmas y sí, Iker Jiménez pasó por él.
2. Bannack, Estados Unidos
Son muchos los pueblos estadounidenses conservados en formol desde la época de la fiebre del oro. Pero pocos los que además de abandonados entran en la categoría de fantasmas. Esta vieja ciudad minera de Montana vivió correrías de cuatreros y forajidos. Parece que hoy aquellos tiroteos y escaramuzas motivan su actividad paranormal.
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3. Marmellar, España
El hecho de que este pueblo de El Montmell, Tarragona, fuera en el pasado objeto de dos hechos horripilantes abonó la creencia de espíritus, procesiones espeluznantes, luces sin venir a cuento y apariciones relacionadas. Aquellos acontecimientos sangrientos (una violación, ritos satánicos, un secuestro y asesinato…) no fueron esclarecidos, circunstancia clave para construir leyendas negras y considerar a Marmellar un pueblo maldito.
4. Prince Albert, Sudáfrica
Hay fantasmas y fantasmas. Lo que son las cosas, en este pueblecito al sur del Gran Karoo los fantasmas no consiguen expulsar a la escasa población que todavía lo habita. Esta suerte de convivencia es posible porque las ánimas son de lo más amistosas, a pesar de algunas de ellas tuvieron en vida un destino trágico. El aparente buen rollo espiritista incita al turismo.
5. Belchite, España
Uno de los pueblos fetiches de todo amante del misterio y las psicofonías inquietantes. Aquí se libró una batalla de la Guerra Civil que fue escogida por la dictadura franquista como icono de su victoria. La cuestión es que décadas después, el Pueblo Viejo de Belchite, un conjunto derruido por aquellos enfrentamientos y conservado tal cual, resuena con sonidos de ultratumba. Así lo creen quienes han venido registrándolos.
6. Oradour-Sur-Glane, Francia
Otra consecuencia más del horror experimentado durante los episodios más infames del siglo XX. Un pueblo que fue aniquilado por las tropas nazis en el verano de 1944 es todavía la pesadilla de algunos de sus supervivientes que no quieren ni aparecer por la villa maldita. Y es que creen visualizar los espectros de las víctimas masacradas en la aldea reducida a escombros.
7. La Mussara, España
Desapariciones, sonidos extraños, rituales de repelús… Un pueblo marcado por todo tipo de leyendas chungas que lo conectan con lo desconocido. Exacto, hay quien sospecha que en La Mussara, otra vez en Tarragona, se esconde una puerta a una dimensión paralela.
8. Lawers, Escocia
Aquí sí que casi no queda piedra en pie junto a la iglesia de la vieja villa escocesa. La maldición, pronunciada por una mujer con aparentes dotes adivinatorias, cayó sobre un árbol bajo el cual ella acabó siendo después enterrada. Cortado su tronco más tarde, se sucedieron fatales casualidades en el pueblo. Parece ser que el hechizo sigue activo aunque quedan algunas profecías de esta buena mujer que quedan por cumplir.
9. Jafra, España
Algo cuentan que tiene este pueblecito del Garraf para que desde tiempos inmemoriales se haya visto envuelto en extrañas o forzosas despoblaciones. Además, la fuerza de los relatos parapsicológicos y algunos indicios de ocultismo llevado a cabo en su territorio hacen de este pueblo uno de los más escalofriantes de España. Tiene hasta su propia niña de la curva.
10. Al Jazirah Al Hamra, Emiratos Árabes Unidos
En estas latitudes también creen sentir presencias fantasmagóricas. Un pueblecito pesquero de gran intercambio comercial fue abandonado repentinamente a finales de la década de los años sesenta. La leyenda cuenta que desde entonces está habitado por unas hadas del desierto hambrientas de carne humana. Todo aquel que se atreve a internarse hoy en día en el pueblo nota algo y sale pitando de él.
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