Menos mal que existen los jardines botánicos. Estos espacios, la mayoría ubicados en suelo urbano aunque otros se valen de un entorno paisajístico más rico, cumplen varias funciones agradecidas: la más importante es la de salvaguardar el patrimonio natural como valiosas representaciones sobre las que investigar; y la que a nosotros más nos pone es la de admirar una parcela de la naturaleza en un paseo donde el humo y los cláxones son olvidados por un rato. El jardín botánico es para los científicos pero por encima de todo para los románticos. Estos jardines botánicos de España merecen ser conocidos. Entonamos eso de: “Soy metálico en el jardín botánico”.
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1. Real Jardín Botánico de Madrid
Empezamos por el más vetusto, un recinto fundado por el rey Fernando VI allá por el año 1755 a orillas del Manzanares aunque en realidad su actual emplazamiento en el Paseo del Prado data de 1781. El diseño primoroso en tres terrazas sucesivas firmado por Francisco Sabatini es casi lo más reseñable de este centro de investigación del CSIC, un escenario en el que lucen las más de 5.000 especies americanas y pacíficas y en donde tiene su rincón la colección de bonsáis de Felipe González.
2. Jardín Botánico de Marimurtra, Girona
Uno de los más bonitos, de los más pintorescos, de los más mediterráneos. Al borde de un acantilado afilado de la costa de Blanes, el templete de Linneo marca el límite de un parque de 16 hectáreas en el que se ha acumulado alrededor de 4.000 especies distintas. Las vistas al mar hacen de él un jardín botánico único en el mundo.
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3. Jardín Botánico Viera y Clavijo, Gran Canaria
El llamado Jardín Canario dedica sus 27 hectáreas principalmente a la naturaleza autóctona y más en riesgo de extinción del archipiélago aunque en origen, al abrirse en 1952, se trataba de mimar las especies de las islas de la Macaronesia: Azores, Madeira y Cabo Verde. En el barranco de Guinigualda, es el jardín botánico más grande de España.
4. Jardín Botánico de la Concepción, Málaga
Completo, diverso, romántico. El jardín botánico histórico del norte de la ciudad responde a un proyecto de paisajismo al estilo inglés que fue inaugurado en 1855 gracias a los marqueses de la Casa Loring. Han pasado muchos años desde entonces pero el parque sigue conservando todo su encanto de exuberancia vegetal. La colección de plantas tropicales y subtropicales, unas 2.000 especies distintas, hace del parque una curiosidad exótica dentro del continente europeo.
5. Jardín Botánico de Valencia
Perteneciente a la Universidad de Valencia, se trata de un jardín de enorme tradición, con un pasado lejano como huerto medicinal en el siglo XVI hasta que encontró sede definitiva en el Huerto de Tramoyeres extramuros de la ciudad. Entre los invernaderos, casetas varias y el herbario universitario, deslumbran las palmeras adultas, una de las mejores colecciones de Europa.
6. Jardín Botánico de Sóller, Mallorca
El que fuera jardín de una imponente mansión señorial, con tan sólo una hectárea de extensión se basta para hacerse un hueco en esta lista por su importante labor conservacionista de las especies baleares, así como otras isleñas canarias y mediterráneas. El entorno de valles y montañas que circunda el jardín acompaña la visita.
7. Jardín Botánico Atlántico, Gijón
El más joven de todos, está abierto desde la primavera de 2003 en una primera fase de más de quince hectáreas. El recorrido por los entornos cantábrico o atlántico abarca también el histórico y centenario Jardín de La Isla y el Monumento Natural de La Carbayeda de El Tragamón, un bosque natural con árboles que alcanzan los 400 años en pie. Alrededor de 30.000 plantas de 2.000 especies.
8. Jardín Botánico de Bertiz, Navarra
Dentro del Parque Natural Señorío de Bértiz, en los valles cantábricos de Navarra, el paseo por este jardín de más de cien años es de obligado cumplimiento. Además de la relevancia botánica de sus especies autóctonas y exóticas, la espesura verde se convierte en un verdadero tesoro hechizado gracias a elementos artificiales como fuentes y estanques, paseos y puentes, y un par de joyas art nouveau como el mirador y la capilla.
9. Jardín Botánico de Barcelona
El jardín histórico de la montaña de Montjüic, en funcionamiento desde 1930, vio cómo se sumaba uno más moderno de 14 hectáreas de extensión dedicadas casi en su totalidad a especies mediterráneas aunque también hay cabida para Chile, Sudáfrica, Australia o California. Destaca también el importante herbario del Institut Botànic de Barcelona. Las vistas del jardín a la ciudad son privilegiadas.
10. Jardín Botánico de Orotava, Puerto de la Cruz de Tenerife
Otro de los importantes jardines canarios es El Botánico o Jardín de Aclimatación, el segundo más antiguo de España después del de Madrid ya que fue construido por orden de Carlos III en 1788. La fundación del mismo tuvo como objetivo acumular especies exóticas procedentes de las colonias para pasar un periodo de aclimatación antes de ser trasladadas a los jardines peninsulares de la capital del reino. La empresa fracasó y hoy lógicamente se centra en especies autóctonas.
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