Estilosos, bonitos, sorprendentes, impecables, sofisticados, audaces, provocadores, mimosos, relajantes, rupturistas, luminosos, urbanitas, vanguardistas, lujosos, únicos. Hoteles de diseño. Y hay muchos en España, no os creáis, así que ni pretendemos visitar todos ni sentar cátedra, simplemente os acercamos nuestros diez favoritos de hoy. Porque mañana tendremos otros. Eso es lo bueno.
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¿Por qué? Por la deslumbrante transformación interior de un edificio de mediados del siglo XIX, desde la rehabilitación de la arquitecta Inma Rábano al diseño favorecedor de Blankslate, cuidado al milímetro pero nada cargante inspirado en el modernismo tropical de Sri Lanka. Qué habitaciones, qué terrazas, qué bañeras, qué piscina con vistas a Montjuïc.
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¿Por qué? Pasa por una finca de agroturismo con producción vitivinícola, pero la mansión esconde unos interiores nada camperos, sino más bien rabiosos en diseño urbanita, cegadores por el lienzo blanco puro de superficies y volúmenes que se traslada de los espacios de convivencia a las habitaciones, también modernas pero con matices más orgánicos.
¿Por qué? Por haberse consolidado ya en su corta vida como un referente cinco estrellas de la hotelería boutique madrileña, con discreción, gusto refinadísimo y empaque profesional. Cada espacio es un mundo propio: el spa delicado, el desayunador vegetal, el bar sofisticado, el restaurante pop-up… ¿Qué más se le puede pedir a un hotel?
¿Por qué? Por ser todo elegancia, una acertada adaptación actual pero a la vez clásica, de siempre, en un palacete del siglo XIX. Retazos del pasado, de la muralla árabe, conviven en perfecta armonía con el confort de hoy. Y ese restaurante de espléndido comedor.
¿Por qué? Por la garantía de carácter de la cadena Alma Hotels, que en este caso hace que un hotel de negocios y celebraciones se exhiba con un irresistible diseño contemporáneo. No hay apreturas, sólo pequeños lujos de categoría en grandes, sobrios y conjuntados espacios. Ni una pega.
¿Por qué? Porque acaba de llegar pero ya despunta con luz propia, la de un hotel de bandera en plena Gran Vía. La coctelería clásica, el impacto de sus escasas dependencias, las vistas impagables, sus aires cosmopolitas… Como si llevara ahí siempre.
7. Convent de la Missió, Palma de Mallorca
¿Por qué? Por la evidencia de un hito minimalista en un contenedor de pasada función religiosa. Sabia relectura vanguardista a la hora de aplicar diseño y más diseño conceptual, desde el trabajo de iluminación al manto neutro que otorga al hotel una condición balsámica. Y hasta artística.
¿Por qué? Porque creemos que es uno de los mejores hoteles de España, con uno de los mejores restaurantes de España, porque impresiona la integración de su arquitectura firmada por Tuñón y Mansilla, porque todo en él es delicado y cada pieza encaja, porque sus habitaciones son cautivadoras.
9. Mandarin Oriental Barcelona, Barcelona
¿Por qué? Por ser uno de los sumun de la última hotelería urbana, con la etiqueta siempre gloriosa de Mandarin Oriental. Su impresionante acceso a través de pasarela colgada, sus salones chispeantes y su jardín Mimosa, las suites a la última, su spa tan… oriental.
¿Por qué? Porque el campo también subvierte las normas y se rebela con proyectos de diseño inesperado. Porque nos encantan sus cubos de madera cuperizada de interiores nórdicos abiertos al paisaje del Matarraña. Porque nos parece total.
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