Tras Lisboa y Oporto, a medio camino geográfico de ambas, Coímbra es la tercera ciudad en discordia de Portugal, aunque difícil competir con ella en cuanto a historia destilada a través de los siglos. Un paseo en ascensión desde el cauce del río Mondego hasta la sede universitaria, relata el por qué, mejor en plural, una ciudad tan antigua tiene siempre el espíritu tan joven. Patrimonio a mansalva, estudiantes haciendo de las suyas. Así es Coímbra, que no deja de palpitar y en la que hay mucho que hacer y que ver.
Publicidad
Una cosa lleva a la otra. Coímbra tiene un orgullo supremo que es su Universidad, la más longeva institución académica de habla portuguesa de todo el mundo, la primera del país, una de las más notables que existen. Instituida en 1290 por Dionisio I y confirmada por la bula del papa Nicolás IV, la Universidad de Coímbra da para mucho, con su viejo campus histórico ennoblecido como Patrimonio de la Humanidad. Menudo baño cultural y de historia contempla al viajero nada más pasar la Plaza de la República, el acueducto del siglo XVI, la Plaza de Dom Dinis, el acceso por la Porta Ferrea hasta toparse en el Patio das Escolas con parte del Palacio Real. Obligatorio subir a la torre.
La visita abarca la Sala de Armas, la Sala del Examen Privado, la Sala dos Capelo (paraninfo), la cárcel o la capilla de San Miguel. Por supuesto, también la Biblioteca Joanina.
Entre los impresionantes edificios barrocos y neoclásicos del campus universitario, la biblioteca rococó mandada construir en el patio de la Facultad de Derecho por el rey Juan V en el siglo XVIII merece visita aparte. El monarca chupa cámara en el interior, coronado en lo alto de la última sala, como si presidiera un altar. Ante la atenta vigilancia de un grupo de murciélagos, decenas de miles de volúmenes se ordenan en las gigantescas estanterías de madera de las tres plantas del edificio, la mayoría en la única abierta al público. Una joya.
He aquí tal vez el hotel más romántico de Portugal entero. La antigua residencia de recreo real fue escenario de un loco amor derivado en un trágico desenlace y en un no menos inesperado corolario. El infante Don Pedro y la gallega Inés de Castro, dama de compañía de su mujer doña Constanza, vivían un romance a escondidas hasta que el padre del infante, el rey Alfonso IV, con Constanza incluso ya fallecida, mandó degollar a la desdichada amante en el jardín que era escenario de sus encuentros secretos. Corría el año 1355 y el infante juró venganza. Ya como monarca, Pedro I coronó a su Inés muerta reina de Portugal. El hotel de lujo parece hoy suspendido en el tiempo.
Publicidad
No hay cuidad con encanto que se precie que no garantice un paseo bucólico en su jardín botánico. El «Horto Botânico» fue creciendo en el siglo XVIII hasta ajustarlo a los criterios del Marqués de Pombal y su reforma pombalina. No conviene perderse su mercadillo de frutas, verduras y hierbas aromáticas. Además de sus extraordinarias muestras de especies tropicales, plantas ornamentales, suculentas, narcisos y coníferas, y de su herbario inagotable, el jardín cuenta con una biblioteca que pasa de los 125.000 volúmenes, además de con el Museo Bissaya Barreto, con su importante colección de arte luso.
Es la plaza por antonomasia de la Coímbra comercial extramuros, formada por algunas iglesias ilustres, edificios de su padre y de su madre, y muchos puestos de antigüedades.
Coímbra, como estamos viendo, son también sus parques y jardines. Y eso que no vamos a detenernos en el Jardim da Sereia. En cuanto a este histórico jardín público, mira al horizonte de la ciudad y, al igual que Quinta das Lágrimas, forma parte de la leyenda de Inés de Castro. A esta roca de la nostalgia, en su traducción literal, pudo acudir don Pedro a llorar la muerte de su amada, por lo que hoy es rincón romántico por extensión. Además, en mármol se han grabado poemas representativos de la literatura portuguesa.
Otra Coímbra espera a orillas del Mondego, también muy animada y bulliciosa si el tiempo invita a pasear por la alameda. Se cruza el puente de Santa Clara o el más contemporáneo de la Reina Santa Isabel, y se llega a la última cita con la historia y el legado religioso de la ciudad, a los conventos de Santa Clara a Velha y, un poco más allá, de Santa Clara la Nueva, en el que descansan los restos de la patrona de Coímbra.
Para conocer la historia de la que fue una ciudad amurallada, conviene fijarse en los escasos restos que aún se conservan y que, como en el caso de la Puerta de Almedina, daban paso al intrincado enjambre de callejuelas empedradas que era y es el centro laberíntico de la Coímbra histórica. Para aprender mejor la disposición antigua, en pie hasta el siglo XVIII, se puede visitar el Museo Municipal de la Ciudad Amurallada, con sede en la Torre de Almedina.
A la Sé Velha hay que acudir para ver cómo es la catedral más antigua del país, uno de sus bienes románicos mejor conservados, véase la fachada oeste, con una portada deslumbrante por el trabajo cincelado y numerosos capiteles esculpidos por doquier. Su aspecto de castillete, de auténtica fortaleza con almenas y contrafuertes, explica el contexto de clima belicoso de los años de reconquista.
No podía faltar un café, una tertulia. Abierto desde 1923, precisamente el 8 de mayo que reza el nombre de la plaza en la que se emplaza, este local anexo al monasterio homónimo, imprescindible también con su reforma manuelina y llena de bellos azulejos, es todo un mito en la historia más reciente de Coímbra, una especie de refugio para los universitarios que gustan ver pasar el tiempo bajo su techo abovedado. No falta el fado. No hay entrada más bonita a un café.
Si te ha gustado Coimbra y te has quedado con ganas de más, te recomendamos estos 7 pueblos con encanto de Portugal que ver sí o sí
ÚNETE AHORA
El 5 de diciembre, un avión de Air China pasó por un aterrizaje tenso en…
La capital española es una de las ciudades que más sale a relucir durante las…
Una joven turista china experimentó un incidente alarmante en Sri Lanka al caer de un…
A pocos kilómetros de El Escorial, en la Comunidad de Madrid, se encuentran algunos de…
Unas jóvenes españolas decidieron aprovechar una oferta económica para hospedarse en Cracovia, Polonia, pero lo…
Francia es el país que más turistas recibe en un año en todo el mundo.…