Todas las ciudades tienen sus peculiaridades y sus ‘lugares comunes’. Valencia no iba a ser menos. Seguramente cuando fuiste niño hiciste alguna de estas cosas que te recopilamos aquí y seguro que alguna se nos ha escapado.
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1. Tomar chocolate con buñuelos en Santa Catalina
Si para un madrileño es un clásico el chocolate de San Ginés, para los valencianos nuestro clásico es Santa Catalina, en la plaza del mismo nombre. Y tan clásico, porque la chocolatería lleva en la ciudad dos siglos. Además de los churros, los buñuelos son la debilidad de muchos de nosotros.
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2. Ir a la playa de la Malvarrosa en tranvía
Si pensabais que lo del título de la película estaba tomado al azar, estáis muy equivocados. Ir a la playa más conocida de la ciudad y hacerlo en tranvía en un ‘must’ para cualquier valenciano.
3. Ir con el colegio a ver la reunión del Tribunal de las Aguas en la plaza de la Virgen
Para los que no seáis valencianos, este tribunal es una institución de Justicia encargada de dirimir los conflictos derivados del uso y aprovechamiento del agua de riego entre los agricultores de las Comunidades de Regantes de las acequias que forman parte de él (diferentes barrios de Valencia). Se reúnen públicamente en la plaza de la Virgen todos los jueves a las 12:00 (mientras tocan las campanas) y los colegios de la ciudad aprovechan para llevar a sus alumnos a verlo ya que está declarado desde 2009 Patrimonio Cultural de la Ciudad.
4. Tomar horchata con fartons en Alboraya
Lo de la horchata en Alboraya es lo típico que hacemos los valencianos y lo típico donde llevamos a los amigos y familiares que vienen a vernos desde otros lugares.
5. Pasar el domingo en los Jardines de Viveros dando de comer a las palomas
Puedes pensar que dar de comer a las palomas es una actividad de jubilados pero te equivocas porque también lo ha sido alguna vez de niños y jóvenes. Sobre todo si has ido a pasar la tarde a los Jardines de Viveros con los amigos. Te sientas, te estás comiendo algo y al final ‘picas’ y le empiezas a echar a las palomas.
6. Trasnochar para ver la cremá de las Fallas
Para un niño valenciano, los primeros recuerdos de la Fallas son muy importantes, como podréis suponer. Trasnochar (ya ves tú) para ver la cremá suponía todo un acontecimiento para nosotros. Era la noche más importante del año.
7. Ir a la plaza de Ayuntamiento a ver la mascletá
Para alguien de fuera, puede ser, que la mascletá solo sea ruido. Pero para nosotros es algo más que eso. Es nuestra identidad, y estamos muy orgullosos de ello. Las mascletás de las 14:00 en el Ayuntamiento las vivíamos con emoción. Jamás habíamos visto tanta gente junta en la ciudad y entre toda la muchedumbre estábamos nosotros.
8. Tirar los primeros petardos en Fallas
¿Quién no recuerda sus primeros petardos en Fallas? Los empiezas a tirar con mucha precaución porque es algo muy delicado pero luego te haces todo un experto. Pero los primeros no se olvidan.
9. Subir al Miguelete
Para los que no seáis de Valencia, el Miguelete es la torre de la catedral. Sus campanas suenan cuando se reúne el Tribunal de Aguas por ejemplo, y se puede subir hasta arriba. Todos lo hemos hecho alguna vez de niños.
10. Jugar en el Gulliver
Es nuestro pequeño parque de atracciones. El Gulliver está en el cauce del río y es una figura gigantesca de este personaje de cuento (lógico, gigantesca) representado tumbado y atado (como en el cuento) y cuyos brazos, piernas, cuerdas y cuerpo en general son toboganes de todos los tamaños. Imaginaos lo que supone eso para un niño valenciano.
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