Las ansiadas vacaciones de verano están más cerca de lo que parece, así que ahora es un buen momento para ir pensando el destino al que queremos ir, el tipo de alojamiento que buscamos y las fechas de nuestro viaje. Una de las opciones más económicas para disfrutar de unas vacaciones con la familia o con los amigos es alquilar un apartamento en la playa o en otra zona que no sea costera. Para evitar posibles disgustos, en El Viajero Fisgón te damos estos 10 consejos para alquilar un apartamento de vacaciones:
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El primer paso a la hora de reservar un apartamento para el verano es elegir nuestro destino de vacaciones. La búsqueda será más sencilla si primero delimitamos la zona en la que queremos pasar nuestras vacaciones y reducimos al mínimo posible la lista de localidades donde buscar nuestro apartamento.
Si queremos ahorrar dinero en nuestras vacaciones, casi tan importante como el “dónde” es el “cuándo”. Si tienes la posibilidad de elegir las fechas de tus vacaciones, intenta evitar a toda costa -nunca mejor dicho- el mes de agosto y, si es posible, también el mes de julio. Unas vacaciones en junio o en septiembre son, por lo general, más baratas y los destinos no están tan masificados.
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Planificar las vacaciones con suficiente antelación suele ser sinónimo de ahorrar dinero. Puede que la diferencia de precio a la hora de reservar un apartamento de vacaciones con varios meses de antelación no sea muy grande respecto a una reserva en las últimas semanas, pero así será más fácil encontrar un apartamento de calidad que se ajuste a lo que buscas.
Lo bueno de reservar un apartamento para las vacaciones en estos tiempos es que contamos con un gran asesor que antiguamente no existía: internet. Antes, la única información que tenía la gente que quería alquilar un apartamento era el precio y el número de teléfono (fijo, por supuesto, porque no había teléfonos móviles) que aparecían en un anuncio en el periódico. O, en el mejor de los casos, alguna fotografía poco fiable que podían enseñarte en una agencia. Ahora tenemos la ventaja de poder informarnos previamente por internet y leer comentarios y opiniones, así que no debemos desaprovecharla.
Antes, los padres más precavidos que querían reservar un apartamento en la playa hacían una escapada para asegurarse de que no les iban a engañar. Y lo cierto es que, a pesar de que ahora podamos encontrar información en internet, sigue siendo una buena idea para evitar posibles disgustos…
Visitar previamente el apartamento que queremos alquilar nos permite conocer de primera mano las posibles deficiencias que pueda tener la vivienda y pedir al propietario que las solucione antes de nuestra llegada. Pero si no tenemos esa posibilidad, al menos podemos solicitar al dueño que nos envíe varias fotografías de cada habitación para comprobar que está todo bien.
La gran pregunta que suele surgirnos a la hora de alquilar un apartamento para las vacaciones es si hay que hacer o no un contrato. Lo mejor tanto para el propietario como para el inquilino es formalizar un contrato en el que queden reflejadas por escrito las condiciones del arrendamiento, como el importe del alquiler, el período de la estancia, el importe de la señal y de una posible fianza y el momento de la entrega y devolución de las llaves.
Lee atentamente todo el contenido del contrato antes de firmarlo. Por ejemplo, puede que el propietario o o la agencia inmobiliaria que lo represente incluyan un inventario con los muebles y otros objetos que hay en el apartamento, así que asegúrate de comprobar que están todos los que aparecen en la lista y que están en perfecto estado para que después no tengas problemas.
La responsabilidad del propietario del apartamento no termina con la firma del contrato y la entrega de las llaves. El dueño o la persona o la agencia que actúe en su representación debe estar localizable para atender cualquier problema o duda que nos pueda surgir durante nuestra estancia en su apartamento, así que asegúrate de tener su teléfono de contacto.
El último de estos 10 consejos para alquilar un apartamento de vacaciones no hace referencia al propio apartamento, sino a nosotros mismos. Por muy bien que esté la vivienda donde vayamos a pasar las vacaciones, no disfrutaremos si vamos con alguien que sabemos que nos va a dar problemas. Si ese alguien es de la familia no es plan de dejarlo en casa, pero si se trata de un amigo o de un conocido que puede crear mal rollo con los demás, piénsatelo dos veces antes de preguntarle si se apunta al plan…
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